Historia "Un Millón de Piezas"

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UN MILLON DE PIEZAS

Había planificado un viaje, ya que, quería darme unas vacaciones, la universidad había sido muy agotadora y la verdad también quería alejarme de aquí por un tiempo respirar un aire nuevo.

Mi destino es Seúl, Corea del Sur, lo escogí como un buen lugar para visitar porque desde hace varios años me atraía mucho la cultura coreana, su gastronomía, sus costumbres, tradiciones, entre variedades de cosas.

Llegué a Seúl, me siento nerviosa y entusiasmada por aventurar y tener nuevas experiencias, por salir de mi vida cotidiana y hacer algo distinto en este nuevo país. Espero pasar un buen tiempo aquí y conocer esos estupendos lugares que veía por internet, debido a mis escasos recursos económicos no puedo quedarme más tiempo, es una lástima, pero me siento muy contenta de haber podido ahorrar el dinero para este viaje.

Me dirigía a coger un taxi para ir al hotel, puesto que, antes de venir había hecho ya las reservaciones, así que, solo tocaba ir y hospedarme, pero antes de salir del aeropuerto tropecé con una persona…

Bueno, yo soy Anahí y aquí comienza mi historia.

Era un hombre, alto, con unos ojos preciosos, brillantes y profundos que se notaron en el momento que tropezamos y nos conectamos con la mirada, no lo pude ver muy bien, ya que, usaba mascarilla. Pedí disculpas y seguí mi camino, él solo asintió y me observaba a lo lejos cogí mi taxi y no lo vi más. En todo el camino no dejaba de pensar en aquel hombre, de verdad tenía unos ojos muy lindos, pero de seguro debe ser igual a todos arrogantes e infieles.  

Mis pensamientos se desvanecieron apenas llegamos al café-hotel, había reservado una habitación en “MOM HOUSE” era realmente muy lindo y elegante, pero lo que más llamaba mi atención era todo lo que se observaba apenas entro al lugar, fotos, pósters, vasos, cartas, cojines, todo, absolutamente todo eran fotos de un chico, ¿quizás publicidad? No tengo idea tal vez son fotos de algún famoso, ya que, me dijeron que Corea del Sur es muy conocido tanto por su cultura como por el K-POP (música pop coreana), el K-POP en estas épocas se ha globalizado y se ha convertido en un fenómeno a nivel mundial.

Subí a mi habitación, descansé un poco y salí a recorrer un poco las calles de Seúl quería conocer la variedad de tiendas y su tecnología si es que muy avanzada. Tomaba muchas fotos de parques, edificios, todo era tan bonito, Seúl es maravilloso. Esta ciudad es tan linda que por un momento me olvidé de él, aquel hombre de esos ojos preciosos que parecían diamantes, en ese instante mientras me inundaban mis pensamientos aparece alguien, se me hizo conocido solo lo miré de reojo y el a mí. Seguí mi camino tomando fotos y disfrutando viendo tiendas de ropa, entre otras cosas. No sé por qué tenía el presentimiento de que alguien me seguía, pero quizás solo era imaginación mía.

Llegué a un lugar, al parque Namsan lo mejor de todo es la torre que está ubicada allí, llamada la torre de Namsan en todo el centro de Seúl, fue construida en 1969 y abierta al público en 1980. Me doy cuenta que la mayoría de turistas toman el teleférico de Namsan y se dirigen hasta la cima de la montaña y hasta el pie de la torre. Cuenta con una tienda de regalos y un restaurante, en verdad esto es el paraíso. Me dio curiosidad y subí al teleférico, entonces me lo encontré a él, ¿de nuevo aquí? Quizás sea casualidad.

Subimos hasta la cima de la montaña y fui por otra parte a tomar fotos porque me llamó mucho la atención la vista que tenía, era preciosa; mientras tomaba fotos reapareció el, me habló, se presentó y yo seguía muy confundida.

Hola, que tal… -Dijo él, tímido.

Yo solo quedé mirándolo impresionada.

Mi nombre es Cho Kyuhyun, me gustaría hacerte una invitación, ¿quieres dar un paseo conmigo? Yo sé que es un poco precipitado. Soy estudiante becado en la universidad de Seúl, si quieres te muestro mi identificación…

No, está bien, no te preocupes. -Dije con firmeza.

Le vi una mirada triste no podía hacerle esto, no me gustaba hacer sentir mal a las personas, entonces, le dije que aceptaba su invitación y nos veamos en una hora, me despedí y me fuí. Como habíamos quedado de acuerdo nos encontramos en el pie de la torre, pasamos un lindo rato; él es un chico muy divertido, pero tiene su lado malvado también y eso lo hace interesante. Quedamos para vernos al día siguiente, llegué al hotel y caí en cuenta que es la misma persona de todas las fotografías en “MOM HOUSE”, ¿entonces el promociona el hotel? ¿Acaso es alguien famoso? Muchas preguntas vinieron a mí.

Al día siguiente nos volvimos a ver, esta vez Kyuhyun me llevó a un lugar muy bonito. Ya éramos como dos buenos amigos, entonces aproveché y le pedí que me diga la verdad, porque su rostro está en todas partes que no solo lo veo en el hotel sino también en las calles, en las pantallas de publicidades, carteles, etc. Tomó aire y me dijo algo nervioso. 

• No soy un estudiante becado ya me gradué, tuve que mentirte para poder tener una cita contigo, en realidad… Yo soy cantante, soy un “IDOL” y mis padres son dueños de “MOM HOUSE”. Quedé anonadada ante lo que me dijo.
• ¿Entonces tu nombre no es Cho Kyuhyun? -Dije, molesta.
• No, no, yo me llamo Cho Kyuhyun. -Dijo, afirmándolo.
• No debiste ocultarme quien eres, yo habría comprendido. -Dije, pero ya más calmada.
• Lo siento mucho. –Dijo apenado. 
• ¿Aún seguirás siendo mi amiga?
• Sí, claro que sí. Me molesté, pero ya se me pasó. - Respondí.
• Disculpa, ¿cómo sabes español? –Pregunté.
• Siempre me ha atraído el idioma español y decidí estudiarlo.

Me sonrió, mostró esa hermosa sonrisa que tiene. Me quedé mirándolo por un buen tiempo él se dio cuenta y se sonrojó.

Llegó la noche y seguíamos caminando compartimos nuestros números, riéndonos a carcajadas, hasta que él se detuvo y me dijo:

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