Honestidad academica.

La honestidad académica.

Cuando yo estaba en la secundaria era muy común ver como mis compañeros se copiaban las tareas y no lo niego, yo también lo hice. Recuerdo con cuanta emoción mis compañeros contaban su historia de cuando el maestro casi los descubría copiando. Pero ahora me pongo a pensar en la falta de honestidad  que teníamos.

¿Qué es la honestidad académica?
La honestidad académica es un principio básico y una cualidad que demos de tener todas las personas, para actuar de manera correcta. Es el valor de decir la verdad y ser honrado. En el caso académico es muy importante cumplir con este principio porque nos asegura que seremos unos profesionistas excelentes y sobre todo personas capaces de construir una sociedad mejor.

¿Alguna vez pensaste que significa pedir la tarea a un compañero o copiarte en un examen? Bueno pues esto es una grave falta de honestidad. Los alumnos ahora con más frecuencia copian o hacen plagio y parece como si eso no le importara a nadie. Según la RAE plagiar es copiar obras ajenas dándolas como propias. Implica la apropiación de la autoría de una obra al no indicar el origen ni citar la fuente original.

Podemos señalar que en la actualidad con una herramienta tan poderosa como lo es el internet los alumnos comenten con mucha frecuencia lo que es el plagio. Muchas veces es común que las personas copien o hagan plagios y consideren que son delitos sin importancia pero en realidad no sabemos qué tan grave puede ser para nosotros como personas que no creemos en nosotros mismos, que no creemos que podemos hacer las cosas por nuestra propia cuenta y esto se podría convertir en una mala costumbre para nosotros.

Es momento de empezar a pensar en la falta de honestidad que tenemos y reflexionar acerca del error que estamos cometiendo al copiarnos de otras personas.
                                                                      “Honestidad: la mejor de todas las artes perdidas.”
                                                                                                                                              - Mark Twain.

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