Howard Schults - Café Starbucks

Alan Eduardo Collado Alanís

Matricula: A00513816

Análisis y Expresión Verbal

Maestra: Lic. Ana Patricia Meza Macías

Primer Parcial

Howard Schults - Café Starbucks

Es difícil valorar las conexiones personales más ahora cuando se está en un tiempo en el que tanta gente se dedica a sentarse a solas ante una pantalla. Cuando alguien llega y dice que una sola taza de café puede hacerte abrir los ojos, mirar a alguien a la cara y establecer una conexión, siembra en ti un pensamiento, ¿será eso posible? ¿Darle un nuevo significado a algo tan cotidiano? A una simple taza de café.

Cuando se escucha la palabra Starbucks rápidamente nuestra imaginación trabaja para visualizar ese líquido de color marrón tan rico y confortable, servido por jóvenes tan amables y sonrientes en un ambiente tan acogedor en donde todo invita a sentirte como en casa. Aunque se tiene que aclarar, Starbucks no siempre fue así. Toda esta idea creativa y original de revolucionar las relaciones humanas por medio de un café es producto de una persona, de la mente brillante de Howard Schults CEO de la famosa cadena cafetera Starbucks.

A sus inicios en el año de 1971 Starbucks era una tienda de venta de cafés de importación y máquinas para café en el mercado de Pike Place en Seattle, Washington había sido fundada por 3 socios, el profesor de inglés Jerry Baldwin, el profesor de historia Zev Siegel, y el escritor Gordon Bowker, juntos tenían el objetivo de llegar a ser los mejores en lo que hacían.

Para 1982 el empresario Howard Schultz se incorporó a la empresa y después de un viaje a Milán, propuso a sus tres socios incluir a la operación de venta actual de Starbucks, la venta de café para llevar, lo que fue rápidamente rechazado por éstos por considerar que esta nueva actividad distraería el objetivo original de la empresa que hasta ese preciso momento solo era vender granos de café y máquinas para prepararlo.

Convencido Howard de su idea y seguro que ganaría más dinero ofreciendo café para llevar al consumidor estadounidenses, se atrevió y abrió en 1985 su propia cadena de cafeterías llamada Il Giornale, basada en el nombre de un periódico de Milán. Pese a que trabajaba en su nueva empresa nunca olvido a Starbucks, dos años más tarde con ayuda de varios inversores y convencido de su grandiosa idea traída de Milán, Howard compró a Starbucks por 3,8 millones de dólares. Rápidamente esa tienda en la esquina de Seattle se transformó radicalmente, sembró las bases para convertir ese pequeño negocio en un imperio y aplicó todas sus nuevas ideas al local.

La trayectoria de Starbucks es muy interesante pero aún más interesante es su forma de éxito, esta cadena cafetera es muy diferente a cualquier otra ya que a través de su cultura empresarial y la transmisión de los valores de la compañía a sus socios logran crear un

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