Héroe de la Aerofotografia Militar Peruana

Manuel Polo Jimenez

Héroe de la Aerofotografia Militar Peruana

El Suboficial Polo Jiménez es una de las figuras más emblemáticas de la aeronáutica de combate del Perú y destacadísima figura de la aerofotografía militar. Su heróico desempeño durante el conflicto de 1941, constituye hoy el mejor ejemplo para las nuevas generaciones de "hombres del aire" Peruanos.

Aislado del mundo exterior por una delgada lámina de aluminio y plexiglas, el suboficial Polo Jiménez observaba el horizonte limpio de nubes, arrullado por el rumor del único motor. Era la mañana del 26 de Septiembre de 1941 y el tiempo se mostraba ideal para la aerofotografía militar. Y sin embargo, allá abajo, entre Jubones y los esteros de Santa Rosa (Ecuador), asechaba una ametralladora.

La misión de observación aerofotográfica fué solicitada por el Comando de la Fuerza Naval del Perú, para determinar la presencia probable de las embarcaciones enemigas en dicha zona, bajo control de las fuerzas armadas Peruanas. A pesar de que el conflicto con el Ecuador había oficialmente culminado, se mantenía un estado de guerra que obligaba a tener en alerta todos los dispositivos de seguridad.

El Ojo avizor...

Ese día, el hidroavión Curtiss Falcon No 82-3 estaba piloteado por el alférez CAP (Cuerpo Aeronáutico del Perú, antecesor de la FAP) José Heighes Pérez Albela, llevando como observador aerofotográfico al Suboficial Polo. La nave era un biplano biplaza de observación y bombardeo llegado al Perú en 1935. Su estructura era mixta, en madera y metal con recubrimiento de tela, y su constructor la Curtiss Aeroplane and Motor Co.

El aparato era impulsado por un motor radial Wright Cyclone, 712 HP, y una hélice metálica de dos palas. Su techo operativo era de 7,285 metros, su velocidad máxima de 286.45 kilómetros por hora, y su autonomía de 1,084 kilómetros. Como armamento, contaba con dos ametralladoras fijas y una giratoria, en calibre 50, marca Browling. El tren de aterrizaje era fijo y podrán instalarse en el ruedas o pontones para amarizar.

El trayecto de la nave, integrada a la 82 Escuadrilla del XXXII Escuadrón de Información Maritima, se cumplió! sin contratiempos, Reinaba tiempo sereno y buena vista. La máquina tomaba fotografías verticales y oblícuas de instalaciones, embarcaciónes, nucleos defensivos, nidos de ametralladoras, concentraciones de tropa y artillería, y en general de cualquier construcción o situación sospechosa. En sus memorias, el piloto del avión José Heighes Pérez Albela, hoy Teniente General FAP en situación de retiro, recuerda:

"Decolabamos del estero de Puerto Pizarro (Perú). Después de una hora de vuelo nos dispusimos a ejecutar los pasajes, a una altura aproximada de cinco mil pies, demorando unos 20 ó 25 minutos en terminar el mosaico fotográfico. Luego tomamos rumbo a la base. En la ruta de regreso, el Suboficial Manuel Polo Jiménez me indicó con señas que tomara más fotografías de posibles grupos de tropas en la zona de Jubones (Ecuador), a lo que asentí y ejecuté las tomas correspondientes. Cuando estaba controlando la línea de vuelo para efectuar una mejor posición, sentí una gran sacudida en el avión, y noté que el Suboficial Polo caía al piso de la cabina. Rápidamente me dí cuenta que había recibido un impacto de proyectil en la zona del parietal derecho, de donde le manaba abundante sangre."

Sangre en el parabrisas...

Una ametralladora enemiga había seguido la evolución del aparato Peruano,

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