INTENCIÓN Y FORMAS LINGÜÍSTICAS EN UN TEXTO
Enviado por palomadlt • 19 de Abril de 2015 • 3.364 Palabras (14 Páginas) • 191 Visitas
INTENCIÓN Y FORMAS LINGÜÍSTICAS EN UN TEXTO
La cultura es una existencia interna en el ser humano, que está en continuo movimiento, como un proceso. Así pues, en el plano simbólico -que es casi la vida entera del hombre- lo que comparten las personas es el interior de ellos mismos, no símbolos, ideas o figuraciones externas. En la cultura el ser se comparte a sí mismo.
La sustancia de la cultura son el signo, símbolo y el sentido, que a su vez son la materia de la retórica, como productora del texto/discurso.
Signo. En la comunicación ordinaria estamos habituados a usar la palabra significado y a entenderla como “lo que quiere decir” tal o cual cosa. Es decir, es aquello que se evoca mentalmente mediante la presencia de un significante.
El signo se compone necesariamente de dos partes generales, la representación de la forma (el significante) y la representación mental (significado).
Símbolo. Comparte la naturaleza del signo en su construcción. De modo práctico, el símbolo se diferencia del signo por tener mayores alcances de representación. Es decir, que soporta un mayor contenido sociocultural y consecuentemente puede –o no contener mayor ambigüedad de significados. Por ejemplo, la imagen fotográfica de un libro es un signo, pero la de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos evoca al símbolo.
Pues bien, hay que decir que el significado (del signo o del símbolo) surge por la evocación que se hace de un soporte conductor, un psíquico al que se le ha conferido sentido, es decir, una dimensión en la cultura, un peso específico, una función paradigmática que le hace posible trasportar virtualmente a múltiples significados. Es difícil nombrar al sentido como se puede hacer con el signo (p.ej. molino), o con el símbolo (p.ej. Quetzalcóatl), porque el sentido no se sujeta a una representación, por más rica que sea, sino que es el cernidor por el que atraviesan multitud de definiciones. Pero sí podemos hablar de algún significado que esté en la esencia de un sentido en particular y sobre el cual girarán otros simbolismos.
Figuras retóricas Son figuras, modos de hablar o escribir, que se emplean con fines expresivos y estilísticos, mostrando combinaciones de las palabras distintas a las que habitualmente les corresponden, de modo que afectan el nivel semántico de la lengua. Su uso se emplea para cambiar conscientemente el sentido literal de lo que se expresa. También se consideran figuras retóricas aquellas que no cambian el significado de la expresión, como la onomatopeya, el apóstrofe o la anáfora. Sin embargo, nos interesan aquellas que sí modifican la literalidad de lo que se expresa y abren el sentido hacia otros significados.
Estas figuras retóricas se dividen principalmente en dos: los tropos de la palabra (metasememas), y los de pensamiento (metalogismos) (Beristáin, 1995:488). Los primeros modifican el sentido del texto a partir de la combinación de palabras, como la metáfora que hace una semejanza poética: “y miras atenta con dos grandes lunas”; los segundos modifican el sentido a partir de la combinación de pensamientos, como paradoja que une símbolos o ideas que son imposibles de conjugar: “cuanto más me acerco andando, más lejos me siento”. Con los tropos de palabra (metasememas) sucede una ruptura del plano semántico, es decir, del significado común de las palabras, y requiere que el lector haga una reevaluación para deducir el significado. En el caso de los tropos de pensamiento (metalogísmo) se requiere hacer un análisis del referente, dado que el sentido abarca una realidad fuera del texto, en el contexto (ibídem). La intención de cambiar el sentido no es exclusivamente artística sino también funcional.
Las figuras retóricas se emplean como estrategia para obtener una reacción por parte del receptor. Estas estrategias son: persuasiva, estética, de refutación o manipulación. Lo que se obtiene con ello es una conducta, emocionalidad o pensamiento.
La ironía Trataremos de forma especial a la figura retórica de la ironía en la literatura. Se trata de un tropo que combina ideas completas para modificar el sentido (tropo de pensamiento) pero tiene una importancia particular porque su empleo no sólo incide sobre el fragmento donde se inserta o en los párrafos contextuales. La ironía afecta a la obra completa donde se incluye, es transversal al sentido de la obra. Se emplea con el fin de poner en duda, ridiculizar o burlarse de algo que se plantea. En toda producción y recepción semiótico-discursiva existen cuatro tipos de competencias que permiten la interpretación de un enunciado, tanto a nivel explícito como implícito: la lingüística, la enciclopédica, la lógica y la retórico-pragmática.
Respecto al cifrado y descifrado de la ironía participan las cuatro competencias, que deben permitirle al lector establecer analogías entre la historia contada y la historia real. Es así como la ironía logra ser descifrada y obtiene su mayor sentido al ser confrontada con la realidad.
Conclusión El uso cotidiano de la lengua incluye la operación de las distintas figuras retoricas que describimos aquí, para formar sentido. En la sección “La materia del sentido” ha sido importante repasar la naturaleza de los signos, de la esfera cultural y del sentido, porque al final de cuentas toda producción retórica, cotidiana o no, funciona conjugando la simbología que posee el emisor. El llamado arte de expresarse bien no es un método para el uso exclusivo de alguna clase sociocultural, sino de todas, y vale decir que en las populares por su inmensa mayoría, en parte, y por su apego a la tradición sucede la mayor producción de figuras retóricas y de sentido de la cultura, lejos de la academia. El lector debe saber que los mensajes que recibe están plagados de figuras de persuasión, conminación, manipulación que de manera natural obedecen al emisor. Debe poder observar cómo los anuncios publicitarios, por ejemplo, o los mensajes de los padres, de los amigos e incluso la pareja incluyen estas figuras para obtener un resultado. Y como el mismo receptor los produce en el círculo de la comunicación. La idea no es desconfiar de los mensajes en general, es que la persona pueda vislumbrar con una óptica más completa el contenido de la comunicación sin responder automáticamente a ella, sino comprendiendo y por lo tanto enriqueciendo, disfrutando, el uso del lenguaje que lo construye como persona.
LA LECTURA: NIVEL LITERAL
Podemos decir que leer es un proceso de interacción entre el lector y el texto o representación gráfica de que se trate. En dicha interacción ponemos en práctica distintas habilidades cognitivas puesto que es posible “leer” textos, imágenes, música, símbolos, entre otras.
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