Investigación

Las fuentes son el factor fundamental para llevar a cabo la investigación. Ya sean fuentes de dominio público, privadas, abiertas o personales, sin ellas, nuestra historia se pierde en el espacio y no tiene la contundencia para ser comunicada al resto. Es necesario enlistar nuestras posibles fuentes, pues son ellas las que nos llevarán hacia los siguientes sucesos. Ya sean escritos, hablados, leídos o vividos. Además, cada fuente nos contará una esencia única de la interrogante, cada fuente carga un ADN propio de sus experiencias que los llevaron al punto de cruzarse con nuestra investigación.

Dentro de la recopilación de información proveniente de cada fuente, es necesario llevar un control cronológico y ordenado, pues es la única manera en que podremos cruzar la información que nos llegará de diversos núcleos para poder interconectarla con los hechos de nuestra historia. Es así como hallamos la veracidad de los hechos. Es así como demostramos de manera contundente los hechos a comunicar.

Es necesario conocer todos los ángulos de los sucesos, positivos y negativos, neutrales y parciales, y debemos tener muy en claro que no siempre nuestras fuentes nos darán información sólida y veraz. Todos los seres humanos responden a estímulos que pueden ser moldeados o guiados a nuestro favor. Sin embargo esto no nos asegura la honestidad de las fuentes, salvo que sean científicamente comprobadas, o que provengan de instituciones y/o personas oficiales con la autoridad necesaria para garantizar la verdad en la información. Debemos tener el carácter y approach necesario para extraer la información de las fuentes de la manera más efectiva.

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