LA ABEJA MARTINA

BIOLOGIA 804

LA ABEJA MARTINA

Había una vez una abeja a la cual le gustaba mucho trabajar se la pasaba todo el día entre flores para recoger el polen y poderlo llevar a la colmena, a Martina le gustaba mucho ese trabajó y lo realizaba con mucha alegría. Pero no todo es como lo imaginamos pues Martina  a veces se sentía muy sola, aunque tenía una gran familia ella tenía un sueño frustrado el cual era conocer las flores y probar todo tipo de miel por todo el mundo.

Al principio Martina se guardaba ese sueño para ella sola, pero con el tiempo y con los días de trabajo que hacia un día conoció a La mariposa Sofía.

Ellas se hicieron muy amigas, juntas recorrían todos los lugares donde había flores  después de pasar mucho tiempo juntas Martina le conto el sueño que tenía y que lo quería cumplir con lo más profundo de su corazón Sofía al enterarse de eso decidió ayudarla y decirle a La abeja reina. Cuando la reina se enteró pidió llamar inmediatamente a la abeja Martina y le dijo:

-Pequeña Martina, no quiero oír nunca más que vas diciendo esas tonterías por ahí. ¿Queda claro? Tu sitio siempre va a ser acá y no podrás irte jamás. Si vuelvo a oír que andas diciendo esas cosas te encerrare para siempre.

Martina salió de allí muy triste y con mucha rabia con Sofía, pero después de todo ella solo la quería ayudar no perjudicarla, pero después de todo las cosas no salieron como lo creía y también quedo muy triste por Martina.

Pasaron los días y Martina intentaba olvidar ese amargo día y continuar con su vida como lo hacía varios días atrás, pero ella no podía no podía rendirse y tirar sus sueños a la basura solo por ella ¡Solo por la Reina!

  Así que al día siguiente se encontró con su amiga Sofía y después de trabajar se pusieron a idear un plan para descubrir por qué la Reina dijo eso sobre el sueño de Martina y por qué está prohibido, les resultaba un tanto sospechoso. Ah claro es eso, la Reina tiene miedo, si todas las abejas nos vamos a luchar por nuestros sueños no tendría quien trabajara recolectando el polen de todas las flores ya nadie trabajaría para ella y no sería la Reina ¿Tal vez por ahí hallan más abejas que sueñan lo mismo que yo?

En eso una abeja se interpuso con sus pensamientos.

Y así, sin hacer ruido, entre susurros, entre abejas y todo animal que pensara lo mismo empezó a crecer el mismo sueño que tenía la abejita Martina. Primero fue por curiosidad, la curiosidad que despierta lo prohibido. Después el interés por conocer algo nuevo se convirtió en un deseo de libertad para decidir.

Y en poco tiempo se volvió a difundir el pequeño rumor que tenían cada abeja, animal sabía lo que estaban tramando y el porqué, pero será que esta vez funcionarían las cosas o solo dañarían más las cosas entre la reina y Martina, hasta el momento sabían todos los rumores, pero que pasaría cuando la reina se enterara estaría enojadas con todos, les diría la verdad o solo castigaría a Martina y la su amiga por todo el alboroto que han hecho, llegaría ese rumor bien a los oídos de la reina.

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