LA CASA DE LOS ASESINATOS

LA CASA DE LOS ASESINATOS

Mi nombre es Maicol, pero todos me dicen abeja por ser una persona muy extrovertida, hasta que un día, mis amigos Carlos y Francisco me invitaron a comer pan donde doña Carmenza en ese momento, todo era tan normal y tranquilo, llegamos y nos sentamos a charlar un rato. A Carlos se le ocurrió que fuéramos a la casa de los asesinatos, “se preguntaran cual casa de los asesinatos?”; dice la leyenda que en esa casa vivía una mujer muy linda llamada María, tenía una cara tan bella con unas mejillas color manzana, pero un día se volvió loca y asesino a su marido por celos y después huyó. Desde entonces en esa casa empezaron a asustar y asesinar a todo aquel que entrara en esa casa.

Francisco no le creyó nada de lo que le dijo y yo por otro lado me asuste tanto que parecía un conejo regañado, pero charlamos hasta que al fin accedimos a ir a dicha casa.   

-Carlos dijo: amigos iremos cuando anochezca para que así no nos vea nadie;

-yo dije: bueno;

-Francisco se empezó a reír y dijo: de noche, como en las películas de terror;

-Carlos le respondió: claro que sí, para que sea más interesante y espeluznante;

Todos dijimos que sí y nos marchamos.

Estando en mi casa viendo la televisión, de repente suena la alarma de mi celular avisándome que eran las diez de la noche, pues a esa hora acordamos en encontrarnos en la casa de los asesinatos, tome mi bolso y con mucho cuidado Salí de casa; el frio de la noche se sentía tan escalofriante, levante mi cabeza y observe el resplandor de la luna llena, de repente sentí un escalofrió que inmovilizo mi cuerpo por algunos segundos, reaccione y seguí caminando por la calle oscura y solitaria, pues solo se escuchaba el aullar de los perros, en ese momento acelere el paso, pues me sentí algo asustado; de repente un perro  con espuma en el osico se me lanzo encima derribándome, empecé a gritar: “ayuda”, “ayuda” , “ayuda”. Estaba muy asustado y voltee la mirada mientras luchaba.

En ese momento logre ver una persona de perfil, no supe bien quien era, pero ahuyento al perro con un silbido, me levante de inmediato limpiándome la cara y dije: gracias señor; pero para mi sorpresa ya no estaba; me asuste bastante ¿Quién era ese hombre?; en ese momento me di cuenta que estaba frete a la casa de los asesinatos y no sabía nada de Carlos y de francisco, espere un tiempo fuera de la casa; en ese momento llego Carlos, me saludo y me dijo; si francisco había salido de la casa, yo un poco sorprendido le pregunte: ¿Por qué francisco entro solo a la casa?

-Carlos respondió: yo fui a traer un balón de básquet de mi casa, para jugar mientras que llegabas; -yo le dije: ¿pero porque entro solo a la casa y no nos esperó a fuera?;

-Carlos respondió: tal vez tenía un poco de frio y decidió entrar, me quede pensando y de repente sonó un grito “ayúdenme”; y de nuevo un grito aún más largo “ayudenmeeee”, Carlos soltó el balón y corrió hacia la casa, yo muy asustado corrí tras él, desde que entramos a la casa se sentida muy tenebroso, el piso rechinaba y a través de las paredes se oían llantos, con unas cortinas manchadas con sangre, estábamos muy asustados pues no veíamos a Francisco por ningún lado, seguimos caminando hasta llegar a las escaleras, al subir nos encontramos con dos pasillos, Carlos decidió irse por un camino y yo por el otro; yo seguía muy asustado, ese pasillo era muy tenebroso, me quede observando un cuadro que se encontraba en la pared muy pintoresco pero espeluznante, en el cuadro había una tortuga anormal, esta tenía dos cabezas y cada una mostraba una cara distinta, una de ella tenía la forma de un pez y la otra de un pulpo, serré los ojos y seguí caminando así por unos segundos, sentía que caminaba tan lento como un caracol, abrí los ojos, todo estaba muy oscuro pero recordé que traía una linterna en el bolso con gran rapidez pues me sentía muy asustado y con escalofríos, saque la linterna y al encenderla vi un cuerpo al final del pasillo, me acerque mientras el miedo me invadía, al acercarme reconocí que era mi amigo Francisco, pero note que su corazón estaba en sus manos, sentí un golpe en todo mi cuerpo y sin saber que hacer Salí corriendo a buscar a Carlos, al encontrarlo descubrí que también estaba muerto pues su lengua estaba en sus manos como si el mismo se la hubiera arrancado, me asuste tanto que empecé a gritar y a llorar, en ese momento escuche una silla rechinar en una de las habitaciones, me levante lleno de rabia, tan solo quería saber quién había asesinado a mis amigos, camine muy despacio hacia la habitación y empuje la puerta suave mente, lo que vi me  dejo paralizado por un momento, era una viejita con casco de vikingo con un vestido negro y un moño rojo, sentada en una mecedora cubierta de sangre, me sonrió, lleno de pánico corrí de ese lugar, mientras que corría sentí que me perseguían, de repente apareció aquel  hombre con el perro que me ataco, en ese mismo momento el hombre me empujo y mando  al perro   contra la viejita, lleno de pánico me desmalle.

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