“LA CULPA ES DE LA VACA”

INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL[pic 1][pic 2]

ESCUELA SUPERIOR DE COMERCIO Y ADMINISTRACIÓN

UNIDAD SANTO TOMÁS

ENSAYO

“LA CULPA ES DE LA VACA”

ALUMNA

VILLAFUERTE GONZÁLEZ MARGGIE ALEXEIA

GRUPO

3RM17

UNIDAD DE APRENDIZAJE

MACROECONOMÍA

PROGRAMA ACADÉMICO

LICENCIATURA EN RELACIONES COMERCIALES

¿Por qué esperar un suceso terrible que nos obligue a salir de nuestra zona de confort?

Está en la naturaleza humana evitar cambiar hasta que las cosas se complican y nos sentimos tan mal que nos es imposible seguir como de costumbre. Esto es cierto tanto a nivel individual como social. Tenemos que sufrir una crisis, un trauma, una pérdida, una enfermedad o una tragedia para ponernos a analizar quiénes somos, qué estamos haciendo, cómo estamos viviendo, qué estamos sintiendo y en qué creemos o qué sabemos para cambiar la verdad.

A menudo tiene que suscitarse la peor situación posible para que empecemos a hacer cambios positivos para nuestra salud, relaciones, profesión, familia y futuro.

Podemos aprender y cambiar en un estado de dolor y sufrimiento, o evolucionar en un estado de felicidad e inspiración. La mayoría hacemos lo primero; para elegir lo segundo debemos concientizarnos de que el cambio seguramente conllevará una cierta incomodidad, algunos inconvenientes, una alteración en nuestra rutina habitual y una etapa de desconocimiento.

Asimilar conocimientos y adquirir luego la experiencia práctica aplicando lo aprendido hasta que la habilidad se convierta en nuestra segunda naturaleza, es seguramente, el proceso que seguimos la mayoría de facultades que ahora forman parte de nosotros. Del mismo modo, aprender a cambiar nuestra vida conlleva ciertos conocimientos y la aplicación de los mismos.

Nosotros vivimos dentro de una cultura que limita y hasta, a veces, entorpece. Si bien es cierto que, nacemos en un sitio que nos define, también lo es el hecho de que toda persona cuenta con los recursos y capacidades suficientes para modificar su entorno si éste no beneficia o provee de lo necesario para tener una vida plena.

Hace falta mencionar que muchas veces, encontraremos obstáculos en nuestro camino pero será nuestra elección detenernos ante ellos, estancarnos y lamentarnos o ser lo suficientemente hábiles para encontrar una solución, aprender y evolucionar.

Personalmente, mi barrera mental es el apego. Me encuentro en zona de confort porque, desde que tengo uso de razón, mis padres me han facilitado cuales quiera que sean los recursos que necesito, de todo tipo y, afortunadamente, no he sufrido carencias; por tanto, estoy acostumbrada y mentalizada de tal manera que si se origina algún lío, puedo acudir a ellos y sabrán cómo ayudarme para solucionarlo. Además, me cuesta mucho trabajo desprenderme de las personas que me rodean, y para emprender mi plan de vida he de hacerlo pero no estoy preparada para hacerlo ahora.

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