LA DISGRAFIA UN PROBLEMA DE APRENDIZAJE EN LA ESCRITURA
Enviado por ludylopez004 • 21 de Octubre de 2013 • 1.969 Palabras (8 Páginas) • 382 Visitas
LA DISGRAFÍA UN PROBLEMA DE APRENDIZAJE EN LA ESCRITURA
Antes de entrar a establecer aspectos sobre este problema de aprendizaje, quiero dar a entender que la disgrafía es una palabra de origen griego “grafía” significa escribir o escritura y dis significa “dificultad”. Por lo tanto se define como: Dificultad de la escritura.
Ya conociendo su origen y significado conozcamos otras definiciones:
Trastorno de aprendizaje que dificulta o imposibilita escribir correctamente. Osea afecta la forma y el significado de lo que se escribe.
Compromete algunas alteraciones motrices de origen neurológico, que impiden que el niño/a, haga una buena letra, por la dificultad para controlar el ritmo y orden de la escritura en una línea y contornos definidos. Generalmente estos niños traspasan a la escritura los mismos errores de lo que leen.
La disgrafía es un trastorno del aprendizaje propio de la escritura. Este trastorno básicamente dificulta el acto de escribir y produce problemas con la ortografía, la caligrafía y dificultad para plasmar pensamientos por escrito; presentando problemas para organizar las letras, números o palabras de un renglón o una página.
Recordemos que el niño que presenta “Dificultades de aprendizaje” está normalmente escolarizado y que, en muchos casos, es difícilmente identificable, e incluso hay educadores que les parece tan normal la situación que no les presta ninguna atención o importancia especial, pasándolos por “Desapercibidos”, estos educandos, pasan al siguiente nivel, complicándose, así, cada vez más su problema.
Teniendo en cuenta estas definiciones y/o conceptos podemos pasar a conocer las señales de advertencia y cómo darnos cuenta en el aula de clase si tenemos alumnos con este problema de aprendizaje.
Sólo tener mala letra no significa que una persona tenga disgrafía. Dado que la disgrafía es un trastorno de procesamiento, las dificultades pueden cambiar a lo largo de toda la vida. Sin embargo, debido a que la escritura es un proceso del desarrollo y los niños aprenden las habilidades motoras necesarias para escribir, mientras aprenden las habilidades de pensamiento necesarias para comunicarse por escrito, es posible que las dificultades también se superpongan.
En los escritores principiantes
Toman el lápiz con demasiada fuerza y posicionan el cuerpo de manera extraña.
Evitan las tareas de escritura o dibujo.
Problemas para darle forma a las letras.
Espaciamiento inconsistente entre las letras o palabras.
Mala comprensión de letras mayúsculas y minúsculas.
Incapacidad para escribir o dibujar en un renglón o dentro de los márgenes.
Se cansa rápidamente cuando escribe.
En estudiantes jóvenes
Letra ilegible.
Mezcla de escritura cursiva e imprenta.
Dice palabras en voz alta mientras escribe.
Se concentra tanto en la escritura que pierde la comprensión de lo que está escribiendo.
Dificultad para pensar, qué palabras escribir.
Omite o no acaba las palabras en las frases.
En adolescentes y adultos
Dificultad para organizar pensamientos por escrito.
Dificultad para seguir el hilo o coherencia de los pensamientos ya escritos.
Dificultad con la estructura de la sintaxis y la gramática.
Gran brecha entre las ideas escritas y la comprensión, demostrada a través del habla.
Ya conociendo estas señales que nos pueden llevar a conocer o diagnosticar este problema, como docentes o futuros docentes, estamos obligados a implementar y aplicar estrategias que nos puedan ayudar para que un niño/a, joven o persona adulta con problema de disgrafía alcance el éxito.
Debemos tener en cuenta que las estrategias para ayudar a nuestros alumnos a resolver este problema se dividen en tres categorías principales:
Adaptaciones: Proporcionar alternativas a expresarse por escrito.
Modificaciones: Cambios en las expectativas o las tareas, para minimizar o evitar el área de debilidad.
Recuperación: Proveer instrucciones para mejorar la caligrafía y la escritura.
Debemos considerar muy importante y fundamental saber identificar en una persona con disgrafía cuál fue el hecho que desencadenó esta dificultad, pues no todas estas son iguales y por ende estas personas se deben someter a diferentes tratamientos, por ejemplo, si la disgrafía se da por una lesión cerebral y al no tratarse adecuadamente, suele conllevar a presentar serios indicadores de alteraciones en el desarrollo de los demás procesos relacionados con la construcción de los sistemas de aprestamiento para la adecuada ortografía y un buen desarrollo en la escritura.
Ya identificado el tipo de problema en la persona, entonces así es más probable y posible acomodar la estrategia que se necesita para ayudarlo. Hay que tener en cuenta que existe una desigualdad en el desarrollo psicomotriz de las personas con este problema, Al planificar la instrucción y el apoyo para ayudarlas. Una persona con disgrafía se beneficiará de la asistencia de los especialistas y de las personas allegadas. Encontrar el tipo más beneficioso de apoyo es un proceso que implica probar diferentes ideas e intercambiar ideas abiertamente sobre lo que funciona mejor.
Como educadores y padres de familia somos muy preocupados por el éxito de nuestros niños y jóvenes, pero a veces muy despreocupados por organizar los medios estratégicos para lograr tal propósito u objetivo. El niño que presenta dificultades de aprendizaje, ya sea de escritura, lectura, ortografía y/o cálculo, necesita, por parte del docente y el núcleo familiar, mucho cariño, comprensión, respeto por su dificultad y un gran deseo del educador y de su familia por ayudarle a mejorar su problema. Esta ayuda debe ser muy estudiada y planeada para que se cumpla su cometido
Es muy importante que las personas con discapacidades de aprendizaje, acepten que tienen este problema pues ellos pueden no ser conscientes de cómo ayudar. Hablemos con ellos acerca de la disgrafía y expliquemos los desafíos que se enfrentan como resultado de esta discapacidad de aprendizaje.
Estos son algunos ejemplos y actividades de recurso para educadores y padres de familia, como carácter preventivo o remedial. Se recomienda para su aplicación, se haga un plan previo de trabajo como ya se dijo anteriormente para ser ejecutado muy sistemáticamente para el logro de los objetivos indicados. Y así enseñar a las personas con disgrafía a superar algunas de sus dificultades con la expresión
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