LA ENUNCIACIÓN

La  enunciación

DESARROLLO

 La enunciación en tanto realización individual se puede definir, en relación a la lengua, como un proceso de apropiación de ésta, es decir es la puesta en funcionamiento de la lengua mediante un acto individual de utilización. Este acto individual mediante el cual se utiliza la lengua introduce en primer lugar al locutor que dirige su locución a un alocutario; toda locución es una alocución y postula siempre un alocutario .El producto del proceso de la enunciación es el enunciado y en él se encuentran “huellas” de la enunciación. Estas marcas se realizan a través de signos o señales lingüísticas que el locutor selecciona para destacar u omitir entidades de la situación comunicativa. Benveniste llama “deícticos” a las huellas de los elementos de la situación de enunciación, cuyo eje se construye fundamentalmente sobre tres tipos de señaladores el de persona, tiempo y espacio. Pero también en el enunciado se pueden encontrar las valoraciones que el locutor hace del mundo denominados “subjetivemas” y valoraciones que destina a su propio enunciado o a la enunciación misma denominadas “modalidades”.

Como se mencionó anteriormente la lengua  le permite al sujeto de la enunciación no solo nombrar el mundo sino realizar una valoración del mismo. Quien enuncia se enfrenta a dos posibilidades cuando debe verbalizar un referente: puede emitir un discurso objetivo borrando toda huella o asumir explícitamente su opinión. También puede reconocerse como fuente evaluativa de información y en ambos casos su discurso estará marcado por la subjetividad. Marafioti (1998:134) distingue algunos rasgos semánticos de los elementos léxicos que pueden considerarse subjetivos: afectivo, evaluativo que puede dividirse en axiológico (bueno/malo) y modalizador (verdadero-bueno/falso).Además menciona los sustantivos y adjetivos los cuales pueden ser evaluativos o afectivos. Los primeros indican una evaluación del enunciador hacia una persona, objeto, hecho o situación. Esa evaluación puede ser a través de un juicio de valor y referirse a aspectos cualitativos (desvalorizador/valorizador) o cuantitativos. Los segundos manifiestan una reacción emocional del enunciador (Una escena terrible).También el autor menciona los adverbios modalizadores de la enunciación (francamente) y del enunciado. Asimismo, incluye los modalizadores adverbiales  que implican un juicio sobre la realidad (en efecto, en realidad) y sobre la verdad del enunciado (quizás, sin duda), los adverbios restrictivos (apenas) y los apreciativos (casi).Por último menciona diferentes tipos de verbos subjetivos (gustar, querer), evaluativos (valorar, criticar), de decir (afirmar, declarar, confesar), de juzgar (acusar) y de opinión (imaginar, sospechar, pensar).

 Por otra parte en el acto de apropiación del aparato formal de la lengua el enunciador se sirve de la lengua también para influir de algún modo sobre el comportamiento del alocutario y dispone para ello de ciertos procedimientos que le permiten expresarse con respecto al interlocutor .Marafioti(1998:142) los define como “modalidades de enunciación” y entre ellas menciona las modalidades de la frase ( interrogativas, declarativas, imperativas o exclamativas) y los modos verbales que suponen una perspectiva implícita del sujeto. También el enunciador dispone de otros procedimientos que indican la actitud que el locutor adopta frente a lo que dice (modalidad del enunciado) y tiene que ver con la manera en que se presenta el contenido del enunciado en relación con la verdad o la falsedad (modalidades lógicas) o según juicios apreciativos (modalidades apreciativas).Otro tipo de modalidad que menciona el autor es la de “mensaje” y refiere el enunciado enfocado desde su organización en tanto mensaje. Ciertas transformaciones sintácticas tienen valor modalizador como la distribución de la información, la impersonalidad y la pasivación (se), la ubicación de los verbos parentéticos de “decir”, los conectores y orientaciones de lectura y las nominalizaciones.

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