LOS ADOLESCENTES Y LA LECTURA Sugerencias Para Promover El Gusto Por La Lectura Desde La Escuela Secundaria

Con el paso del tiempo el gusto por la lectura se ha ido disminuyendo, a la juventud no le interesa leer, los medios de comunicación masivos –en especial la televisión- se han encargado de acaparar su atención, las familias no les inculcan la lectura a sus hijos y para rematar la escuela lo maneja de forma aburrida y complicada, cuando realmente leer es algo maravilloso y no lo digo para obtener un diez en este ensayo. Leer es maravilloso, así lo considero yo, porque independientemente de que aprendas de lo que lees, es algo que te apasiona, es algo que te llena, que te acompaña a donde quiera que vallas, es una convivencia entre tú, el protagonista y el autor.

Ahora bien enfocándome un poco más al título de mi ensayo que es los adolescentes y la lectura puedo mencionar que me parece un tema bastante interesante ya que la adolescencia es una etapa en la que el ser humano tiene una fuerte desestabilización emocional por los diversos cambios que surgen en su cuerpo. Es una etapa marcada por los cambios fisiológicos, la creciente autonomía, el espíritu crítico, el interés por el entorno y la búsqueda de modelos en la construcción de la propia identidad. En esta etapa suele ser muy difícil que el adolescente sienta interés por la lectura y más aún, si este hábito no se le ha inculcado desde la infancia. Sin embargo esto no quiere decir que sea algo imposible, no, al contrario hay que verlo como un reto, el reto de poder contagiar a los demás el gusto por la lectura.

Para poder contagiar ese gusto y esa pasión por la lectura, debemos tomar como punto de partida las necesidades e intereses del lector, que en este caso son los adolescentes. Tenemos que dejar que ellos seleccionen el tipo de lectura que más les agrade, aquella que hable sobre temas de su interés para que de esta forma él pueda disfrutar lo que lee. El acto de leer no debe estar precedido por la imposición.

Realmente el secreto de leer esta en la elección adecuada de la lectura por parte del lector y aunque en muchas ocasiones esa lectura no nos parezca interesante a nosotros porque no es clásica o porque la consideramos literatura barata no significa que no deba leerse. Todo lector tiene derecho a leer lo que más le guste, a dejar el libro a medias, a empezar por el final, a criticarlo o a no leerlo si no lo desea pero jamás a sentirse obligado a leer.

Los padre y educadores solo deberán orientarlos para elegir los mejores libros, los más populares y sencillos, los que no han perdido interés a lo largo de los años, los que no aburren, los que no pesan, los más originales, los más próximos, los que tratan problemas de la vida real que pueden sucederle a cualquiera, etc., pero solo eso, orientarlos no imponerles.

Como conclusión puedo decir que no existe como tal un método o una técnica que logre que los adolescentes sientan interés por la lectura ya que cada adolescente tiene sus propios intereses

...