LOS HIJOS DE LA MALINCHE
Enviado por luisangel162 • 11 de Mayo de 2013 • 1.342 Palabras (6 Páginas) • 4.497 Visitas
Resumen
En el capítulo los hijos de la Malinche de su libro “El Laberinto de la Soledad” nos da a conocer el autor mexicano Octavio Paz y Psicoanálisis del Mexicano de Samuel Ramos nos exponen los diferentes rasgos y particularidades que tenemos los mexicanos sobre nuestra personalidad que caracterizan a todos o en la mayoría de los mexicanos. Estas bien acertadas y creíbles obras fueron escritas al menos tres décadas atrás de nuestra época actual; por lo que, bien continúan siendo válidas y verdaderas por que aplican en la gran mayoría de los mexicanos, estas adecuadas completamente a la situación contemporánea que ha cambiado en diferentes aspectos en tan breve lapso por tanta población que no se interesa por tener un mejor país y lo que resulta que se vuelvan delincuentes y perjudiquen a la población. Uno de estos aspectos es la globalización, cuyo desarrollo ha aumentado de una manera tan acelerada que ha modificado la faz del estilo de vida, entre muchas otras prioridades y beneficios que tenían en décadas pasadas no sólo de México, sino del mundo especialmente en los países desarrollados ya que hay mayor ingreso de valores y más empleos por lo que surge la migración de varias ciudades a aquella ciudad desarrollada o subdesarrollada.
Palabras clave
Carácter, comportamiento, convivencia, modificación, globalización, cultura.
Introducción
Los mexicanos, somos definidos el autor por Octavio Paz en 1950 como hijos de la Malinche basado en su capítulo de su libro “El Laberinto de la Soledad, ya que tenemos un carácter peculiar y pensamientos muy diferentes que nos ha hecho únicos e incomparables por lo que distinguido ante el resto del mundo por lo que, no obstante, algunas de estas características se han modificado en varios aspectos no solo para beneficiarnos si no también algunos nos perjudican por la gras población que habita en México y en los últimos años creando una renovada cosmovisión para el mexicano. El lenguaje, la religión, la sexualidad, la política, entre muchos otras características pero especialmente, la inserción de México en el plano mundial, son pilares fundamentales en el comportamiento de la población o de la gran mayoría de habitantes de la edad contemporánea del país. El presente ensayo busca retomar el análisis del autor mexicano Octavio Paz para adecuarlo al contexto actual de las relaciones interpersonales de la sociedad mexicana.
Desarrollo
Octavio Paz en el capítulo “Los hijos de la Malinche” de su libro “El laberinto de la soledad” desarrolla como primer punto clave el hermetismo del mexicano ante el mundo y ante sí mismo como consecuencia de su inseguridad y el respeto mutuo que, en la gran mayoría de los casos, inevitablemente desemboca en una personalidad oculta tras una falaz máscara de fortaleza e ingenio lo que ocasiona que surjan los problemas al no tener una buena autorregulación de tus pensamientos y puedan perjudicar a las personas que te rodean o simplemente a tus seres queridos. Mantener esta apariencia se torna la principal preocupación del individuo y esto, a su vez, provoca recelo y desconfianza en sus semejantes entre muchos otros problemas que pueden ser más radicales, estimulando, por lo general, a que la convivencia sea una tarea hostil y difícil de modificar por lo que te haces una persona antisocial y forma pensamientos con fin de perjudicar a alguien o a algo.
Una gran parte de las virtudes de las que el mexicano se cree portador, es una simple proyección de sus frustrados deseos por saberse privilegiado. Una de ellas es la de su famoso ingenio que le permite, por ejemplo, crear y disfrutar de una vida cómoda y sin complicaciones mediante chistes y albures, que no son más que una manera de evadir su realidad como también lo es de solo preocuparse por estar o sentirse bien sin importar si a los demás les afecte y se olvidan de que tienen algunas obligaciones que deben realizar. Los mismos mexicanos, sin caer en la cuenta de ello, muestran que su ingenio es, mayoritariamente, circunstancial; es decir, se utiliza para beneficios propios,
...