LOS ORIGENES: DE LA INFLUENCIA ANARQUISTA A LA TERCERA INTERNACIONAL
Enviado por fabiruchisgomez • 8 de Abril de 2014 • Tesis • 6.943 Palabras (28 Páginas) • 286 Visitas
1. LOS ORIGENES: DE LA INFLUENCIA ANARQUISTA A LA TERCERA INTERNACIONAL
Los movimientos sociales clásicos de la región latinoamericana tuvieron una fuerte influencia anarquista, sobre todo en su fase inicial de formación, a través de la migración europea, principalmente italiana y española, de fines del siglo XIX y comienzos del XX. Estos inmigrantes anarquistas se dirigieron hacia las zonas rurales eventualmente, pero principalmente hacia las zonas urbanas formando las primeras levas de movimientos obreros, que eran básicamente artesanos y trabajadores de pequeñas actividades económicas. El anarquismo se presentaba como una ideología muy adecuada a la forma de vida de estos obreros pues existía una correspondencia entre las actividades que desarrollaban estos artesanos y pequeños empresarios y los aspectos esenciales de la ideología anarquista. A partir de la Primera Guerra Mundial y posteriormente durante los años veinte, la expansión de las manufacturas en la región, crea condiciones para el surgimiento de un proletariado más industrial, que tendrá su pleno desarrollo con los procesos de industrialización de la década del treinta.
Los movimientos anarquistas tuvieron un auge importante en toda la región entre 1917 y 1919, que se expresó en huelgas generales profundamente significativas y que abrieron un proceso de sindicalización del movimiento obrero, como el caso de Perú en 1919, Brasil en 1917, Argentina en 1918, México igualmente por la misma época. Se crea un clima político generalizado favorable a la Huelga General como forma de lucha principal. Estas huelgas generales no tenían, en algunos casos, un objetivo claro, buscando una especie de disolución del Estado; en otro casos, podían tener reivindicaciones específicas como la reducción de la jornada a ocho horas por día y mejoras salariales y de condiciones de trabajo y de vida de los obreros, como es el caso de la huelga de 1919 en el Perú. Sin embargo, son reprimidas brutalmente sin poder acumular fuerzas, generando una autocrítica en gran parte del movimiento anarquista que va a conducirlos al bolchevismo.
Estos movimientos huelguísticos, estuvieron también marcados por la influencia de la revolución rusa, tanto la revolución bolchevique como la del 10 de febrero de 1917, y por ese proceso revolucionario general y huelgas generales que habían sido características en la revolución de 1905. La corriente bolchevique llamada "maximalista" era, en general, compuesta por anarquistas que pensaron que el bolchevismo era una manifestación del propio anarquismo. Esta visión, bajo la cual el bolchevismo era una forma de "maximalismo", se mantuvo hasta 1919-1920, cuando los bolcheviques rusos se confrontan con los Kronstadt que habían sido uno de los brazos principales de la revolución de 1917 y que entran en choque con el gobierno bolchevique, siendo reprimidos tenazmente. A partir de ahí parte de los anarquistas comienzan a alejarse del bolchevismo y las corrientes que se mantuvieron fieles al mismo formarán los partidos comunistas.
En síntesis, este período va a marcar la transición del anarquismo, con su versión maximalista que se destruye junto con las huelgas generales brutalmente reprimidas, a los movimientos comunistas latinoamericanos. Hasta los años veinte, a pesar de la importancia que la Internacional Socialista tuvo en Europa, los partidos socialdemócratas europeos no llegaron a tener una influencia significativa en América Latina, excepto en Argentina que fue el único país que tuvo representación en la II Internacional. A partir de los años 20 el movimiento obrero de la región se incorpora al campo del marxismo con especial énfasis en su versión comandada por la Internacional Comunista.
a). El Movimiento Campesino
Los campesinos sufrían bajo una fuerte dominación de los señores de tierra que los sometía a condiciones extremamente negativas de cultivo y organización. Solamente las comunidades indígenas poseían los medios para auto dirigirse, a pesar de las represiones que sufrieron históricamente. Ellos fueron la cabeza de una insurrección popular que fue una referencia fundamental en todo la región: la Revolución Mexicana de 1910, que va a tener una base campesina extremamente significativa. La lucha contra el porfirismo es una lucha democrática conducida básicamente por partidos democráticos de clase media, pero que por necesidad de base política se aproximan a los campesinos, produciéndose de esta forma una articulación muy fuerte entre el movimiento campesino y las luchas democráticas mexicanas. Ahí también se empieza a configurar un vínculo más claro entre movimiento campesino y movimiento indígena, que en el caso mexicano es muy significativo, a pesar de que los movimientos campesinos no se presentan como movimientos indígenas. Sin embargo, los líderes estaban articulados a sus orígenes indígenas, sobre todo Zapata, que tiene una fuerte representatividad como líder indígena, a pesar que no basar su liderazgo específicamente en ello. En aquel momento, el movimiento está volcado fundamentalmente hacia la cuestión de la tierra.
Junto a esto, es necesario destacar también el papel específico de los movimientos campesinos, que llegaron a tener un auge relativamente importante en América Central durante los años 20-30, cuando ya existía una explotación de campesinos asalariados directamente subordinados a empresas norteamericanas que los organizan en las actividades exportadoras. En esta región se formaron bases importantes de lucha por la reforma agraria que debido a la fuerte presencia estadounidense se mezclaron con las luchas nacionales contra la dominación norteamericana. Este es el caso del sandinismo, de las revoluciones de El Salvador, que lideró Farabundo Martí, de las huelgas de masas cubanas y, en parte, de la Columna Prestes en Brasil, que a pesar de no tener una base campesina, sino fundamentalmente pequeño burguesa, va a entrar en contacto con la población campesina, desarrollando una cierta interacción de este movimiento de clase media de origen militar con el campesinado. Sin embargo, no se puede hablar de un movimiento campesino realmente significativo en este período en Brasil.
b) El Movimiento Obrero
El movimiento obrero latinoamericano ha sido el otro sostén de las fuerzas populares en el continente y encuentra su base material en la primera ola de industrialización durante la primera década del siglo XX. Podemos decir que se consolida como movimiento mucho más sólido en los años 20, desde el marxismo leninismo, esto es, de la influencia bolchevique y de la revolución rusa que se sobrepone a la segunda internacional y al anarquismo, a pesar de que este última marca su fase germinal. Este aspecto es muy importante para configurar las características principales del
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