La Falta De Valores En Una Educacion
Enviado por endey • 12 de Noviembre de 2013 • Ensayo • 1.244 Palabras (5 Páginas) • 409 Visitas
INTRODUCCIÓN
Las consecuencias de la falta de valores en una sociedad libre, nos enmarca que son los valores, los que se han perdido para vivir en un mundo más sano y que como toda una sociedad debemos de inculcar a nuestros hijos los buenos valores de la vida para poder cultivar desde el nacimiento y conforme se va creciendo en los hogares ese amor, respeto, convivencia, principios, entre otros. Podemos continuar con la educación en las escuelas públicas y privadas concientizando en todo valor humano para el bienestar de nuestra sociedad.
LA FALTA DE VALORES EN UNA EDUCACION
El ingenuo optimismo en el progreso y la evolución del ser humano, alimentado sobre todo en los años de la Ilustración, ha dejado de tener sentido. Muy al contrario el tipo de educación, el modo de vivir de nuestra sociedad postmoderna, no parece promover la vida feliz sino una vida cómoda aunque carezca de sentido.
Apuntado ya ha lo compleja que resulta la realización práctica de las metas que cada uno acepta para sí en el curso de la vida. Pero el factor decisivo de complicación es el entramado social en abierto conflicto de valores. Hay una conflictividad que es interior a la persona. Hay una conflictividad que es social y una conflictividad cristiana. Hay una conflictividad entre los cristianos y la sociedad, entre los valores sociales de uno y otro grupo y dentro del mismo hombre.
PARA EDUCAR EN VALORES PRIMERO HAY QUE TENER VALOR
Cada vez son más las voces que, a través de los medios de comunicación, insisten en la necesidad de “EDUCAR EN VALORES”, especialmente a la juventud.
El desarrollo de nuestra vida en educación en los últimos años está siendo marcado por un preocupante incremento de la falta de respeto de una parte de los jóvenes –y cada vez de menos edad- hacia todo, lo que se expresa con un aumento de la violencia, de agresiones a todo lo que me irrita o me lleva la contraria, o que simplemente me molesta… o me lo parece. Este aumento de falta de valores en los momentos actuales ya no se puede disimular por la amplitud y magnitud que va adquiriendo: las agresiones aumentan en grado y llegan a producir lesiones graves, incluso la muerte; el gamberrismo (que comete actos de grosería) destruye cosas y seres, teniendo que reponer la vegetación de no pocos parques y jardines “tras una noche de marcha”, o las bombillas de farolas, papeleras incendiadas y gentes a las que se les hace daño “porque sí”.
Y recalco que se trata “de una parte de la juventud”.
Si describo alguna de las barbaridades que, por falta de valores, hace un sector de nuestra ciudadanía, precisamente la menos preparada y la que deberíamos cuidar más para inculcarle las líneas maestras de un comportamiento “ciudadano” -que respete a la ciudad, a los ciudadanos, a la Naturaleza y a la vida en general, y a sí mismo-, no es para seguir “arrimando leña al fuego”, sino para insistir en que estos comportamientos, de mayores, aumentarán también en grado y se tornarán en chulería generalizada, falta de responsabilidad, egoísmo al por mayor,
Prepotencia, tiranías y racismos de todos los colores, violencia de género y sin género ni justificación, desprecio por los demás y culto a los caprichitos personales y al “todo vale”, entre otras lindezas.
¿Y qué haremos entonces? ¿Lamentarnos o meterlos en la cárcel? ¿Seguir mirando para otro lado o enfrentarnos violentamente a ellos? ¿Seguir dedicando parte de nuestras fuerzas, y cada vez más, a reponer los destrozos que causen en el medio, ya sea en las personas, los seres vivos, o la Naturaleza en general, o ponerlos a plantar pinos de sol a sol?
Pitágoras enseñaba que “si no queréis castigar a los hombres, educad a los niños”. Y la Filosofía
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