La Granja De Don Juan
Enviado por Wen_3015 • 6 de Diciembre de 2012 • 643 Palabras (3 Páginas) • 629 Visitas
La granja de Don Juan
adrián maximiliano acuña alderete
Juan tenía una Granja en San Vicente, de aproximadamente cinco hectáreas en donde convivían una gran cantidad de animales de crianza: terneros, chivos, patos, gallinas y palomas paseaban todos los días por la Granja de Juan.
Él, todos los días se ocupaba de cuidar y alimentar a todos sus animales. Tenía una gran cantidad de gallinas ponedoras y de palomas mensajeras, siendo que pasaba la mayor parte del día cuidando a sus gallinas, ya que estaba muy orgulloso por lo lindas que eran y porque vendiendo los huevos de su granja podía mantener a su familia. Todas las mañanas iniciaba su trabajo retirando los huevos de sus gallinas. Pero un día notó que le faltaban varios huevos. Y al otro día igual. Y al otro y al otro. Juan se preguntaba como podía ser que le faltasen todas las mañanas algunos de sus huevos.
Juan le preguntó a sus ovejas, y a sus chanchos, y también a sus caballos, pero ninguno de sus amiguitosles supieron decir porque le faltaban algunos huevos de gallina. Hasta que un día el más viejo de los patos, le indicó que de madrugada había observado a una enorme y peluda comadreja ingresar al gallinero.
Juan, muy preocupado por lo que le dijo el abuelo pato, decide colocar algunas tramperas para intentar cazar al malvado animal que le robaba sus huevos. Juan retiraba todas las mañanas doscientos huevos de sus gallinas ponedoras. Vendiendo esos huevos podía mantener a su familia y a los gastos de la granja. Los huevos de gallina eran muy importantes para él y por eso ponía tanto celo en cuidarlos. Pero por las mañanas, las tramperas seguían vacías y muchos huevos seguían brillando por su ausencia. La comadreja era muy astuta y no le tenía miedo a nada, entonces robaba los huevos muy, pero muy concentrada esquivando las tramperas de Juan.
Ante esa situación a Juan se le ocurrió una idea. Fue al palomar y les dijo a sus palomas mensajeras “Ustedes van a ayudarme” y dicho esto les pidió que cuando sintieran ruidos en el gallinero se colocaran frente a su casa, en la lagunita donde todos los animales por la noche concurrían a tomar agua, de esa manera despertarían a los caballos que eran bastante haraganes, quienes pensando
que era hora de tomar agua saldrían de la caballeriza galopando y con todo ese ruido, la comadreja se asustaría y cometería el error de intentar escapar rápido cayendo en las tramperas de Juan.
Por eso es que al otro día, se lo dedicó a reparar el alambrado roto del gallinero y durmió tranquilo. Al amanecer, sintió como las palomas volaban rasantes y se colocaban frente a su casa, frente a la lagunita. Al instante los veloces caballos, todavía muy dormidos galoparon para ser los primeros en tomar agua. Juan se cambió y fue raudamente hacia el gallinero para encontrarse que finalmente la astuta comadreja había caído asustada en una de sus tramperas.
Juan
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