La Historia es una Literatura Contemporánea, Ivan Jablonka

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Ensayo

La Historia es una Literatura Contemporánea, Ivan Jablonka.

Universidad de Santiago de Chile

Departamento de Historia

Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales

Introducción al saber Historiográfico

Docente: Hernán Venegas

                                   Ayudantía: José Tomás Valdés

                                  Alumno: Daniel Droguett

 A modo de marco introductorio, haremos una breve síntesis de quien es el autor a tratar. Ivan Jablonka, Historiador francés, nacido en París en el año 1973. Formado en la Escuela  Normal Superior de París. Consiguió su Doctorado en el año 2004 bajo la dirección de Alain Corbin y de Jean-Noël Luc en la Sorbonne. ^[1]

Para comenzar a detallar lo que nos propone el autor, en su escrito, este comienza con una pregunta ¿Qué es la Historia?  A lo que responde, parafraseando: Según el giro lingüístico la ficción y la historia pueden reunirse bajo el mismo paradigma. Además agrega lo siguiente, contar algo no equivale a contar lo verdadero. En consecuencia que es lo que tienen en común la ficción realista, la novela histórica y las cosas vistas?

Bajo este panorama el escritor nos plantea que conciliar las ciencias sociales, con la creación literaria, es tratar de escribir de forma más autónoma, más justa, más pensativa, no con la intención de debilitarla y de hacer más tediosa la investigación científica, sino que con el motivo de ir reforzándola. Jablonka, plantea que el razonamiento histórico es trascendental en este punto, puesto que la finalidad de este consiste en tratar de comprender la historia, no como un simple relato fáctico que reproduce hechos, ya que eso no vale gran cosa. El historiador, debe ser capaz de explicar interrogantes tales como: ¿Por qué?, ¿Para qué?, ¿Cómo lo digo? Etc. Respondiendo a estas preguntas es como el investigador va generando conocimientos, que es lo que finalmente se busca en un texto histórico y no una representación fiel de la verdad, como se pensó durante mucho tiempo.

Entonces escribir las ciencias sociales no solo consiste en literalizar la historia, según Jablonka, sino que conlleva un ejercicio superior. No es que la historia vaya en un sentido de elegancia, donde la buena pluma sobrepase a la generación de conocimientos y se convierta en un Best Seller. Se convierte en literatura cuando esta es rumbo, búsqueda, investigación. El hecho de que pueda ser ciencia social y literatura sin renegar de sí misma, llama profundamente la atención, puesto que la consideramos como una nueva forma de entender “lo real”. En vez de concebirla, como mencionábamos con antelación, como un mero relato fáctico, verosímil.

El literato esboza también, una nueva acepción de lo que es el concepto de historia. La define como: “Hacer historia como ciencia social es tratar de comprender lo que hacen los hombres”. En consecuencia, para poder comprender cabalmente lo que hacen los hombres, se necesita asumir ciertas habilidades intelectuales y morales en las que el razonamiento, ocupa sin lugar a dudas, una posición destacada. Dado esto es que los vínculos, entre compresión y habilidades cognitivas están emparentadas por la demostración. Es por esto, que la investigación se funda en argumentos y pruebas para poder comprender lo que los hombres hacen de verdad. Siguiendo la idea anterior podemos indicar, que como la historia es un razonamiento admite toda clase de soportes y fuentes tales como: películas, comics, epopeyas, mitos, exposiciones, etc. En efecto, el historiador se preocupa por la humanidad de manera plural, no desde el punto de vista de la singularidad. Claro está se interesa por otros fenómenos, como: el clima, los animales, los árboles, la geografía, etc. Pero en cuanto estos afectan la vida del ser humano. Dado que el historiador se interesa por todo lo que tenga que ver con lo humano, no hay razón alguna para que se tome como punto de partida la invención de la escritura. Seguir con esta tesis es irrisoria, puesto que es una simple técnica que conlleva a negar la Prehistoria que engloba también la historia de los hombres y lo que es más grave aún, desconocer sociedades que basaban su cultura en la oralidad.

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