La Joven y el Caza Dragones

LA JOBEN Y EL CAZA DRAGONES

   En una tierra lejana donde existían dragones, hadas y cualquier cosa que hallas visto en tus sueños. Avía una chica llamada Smelda, cuando cumplió 18 años un hechicero y una bruja le dijeron su futuro donde encontraría a su verdadero amor.

   Así transcurrió un año, Smelda se olvidó de su profecía y empezó a creer que solo era un cuento más. Un día, cuando se dirigía hacia el castillo donde trabajaba como sirvienta para un Lord muy importante del reino, fue raptada por un grupo de orcos y fue llevada muy lejos de su hogar. Cuando avía perdido toda esperanza de escapar.

   Encerrada dentro de una jaula, a lo lejos pudo ver a un joven cazador de dragones con su armadura negra con un escudo de piel y colmillos de dragón rojo y una espada tan grande como el corcel negro y majestuoso que montaba. La joven y hermosa Smelda al ver al cazador, no dudo un solo momento en pedirle ayuda. El cazador de dragones galopo a toda velocidad en medio de la tormenta y se enfrasco en una sangrienta batalla a muerte. Los orcos al ver el filo de su espada de oro reconocieron de inmediato al cazador de dragones de nombre Crisaor, del que se contaban sin fin de leyendas y cantos que se había escrito en su nombre. Los orcos que pudieron huyeron de inmediato aterrados del cazador dejando atrás sus partes mutiladas y a sus compañeros y hermanos muertos. Uno de los orcos rezagados se dirigió a la jaula donde se encontraba Smelda, la saco a la fuerza y la tomo como rehén y poniendo su es espada en el cuello de la frágil y atemorizada joven, Smelda solo podía oler el asqueroso hedor de muerte y sangre que venia del orco, solo pudo pronunciar unas  cuantas palabras –Por favor ayúdame-

   Esto solo enfureció más a Crisaor que sin dudarlo un momento tomo su arco y flecha apuntando hacia la cabeza del orco, la bestia intento lanzar una última amenaza, pero el cazador aprovecho la oportunidad para ponerle la flecha entre la garganta de la bestia. El orco tumbado en el suelo ahogándose con su propia y pútrida sangre, solo pudo escuchar unos pasos que se acercaban lentamente hacia él, el orco intento dar un último golpe pero ni siquiera se pudo mover

   Crisaor dijo –la fecha esta  bañada en veneno de quimera, solo puedo acelerar tu muerte- en ese monto descargo de su caballo una gigantesca hacha vikinga dejándola caer con todas sus fuerzas sobre el cuello del moribundo orco, el sonido del hachazo solo pudo ser callado por los truenos de la tormenta

   Crisaor tomo entre sus brazos a Smelda y la llevo a su hogar  que se sentía asustada y emocionada y aunque los dos no lo sabían su destino era estar juntos

   El cazador jamás había pisado ese reino pero después de conocer a Smelda empezó a frecuentarlo antes y después de cada aventura. Smelda siempre lo esperaba con ansias y el cazador siempre le traía un presente de sus aventuras en tierras lejanas

   El hijo mayor del Lord que estaba enamorado de la joven y bella Smelda, se dio cuenta de que Crisaor la cortejaba y sintió celos, unos celos que invadían su obscuro corazón. El hijo del Lord Mauricio desde ese momento intento separarlos sin importar los medios.

El hijo del Lord le dijo a Crisaor –Si quieres estar con Smelda, tendrás que traerme el corazón del terrible Gladus-

   Gladus el dragón es uno de los cinco dragones más terribles. Las historias cuentas que Gladus en su forma humana enamoraba jóvenes doncellas y después cuando estaban a solas les mostraba su verdadera forma, un dragón de casi 15 metros de largo con una piel tan gruesa y negra como la noche y las raptaba y jamás se les volvía a ver. Gladus vivía dentro de una cueva cercana a uno de los más tétricos pantanos de todo el mundo y es incluso temido y respetado por otros dragones y reconocido por su crueldad hacia sus víctimas que se encontraban cercanas a su guarida

   Crisaor sin dudarlo un solo memento tomo su espada y se dirigió hacia su corcel sin despedirse de su amada Smelda galopo a  su objetivo, arrancarle el corazón a Gladus, ya que el savia que no había obstáculo que le impediría estar con su amada Smelda.

   Smelda al enterarse de esto sintió una gran preocupación por Crisaor ya que sabía que era una trampa ideada por el hijo del Lord él no la dejaría ir tan fácil. Smelda no espero ni un segundo para ir detrás de su amado, tardo un par de días para poder llegar hasta donde se encontraba Crisaor, encontró su caballo en la entrada de la gigantesca caverna, cuando estaba a punto de entrar escucho un gran estruendo, un rugido como si cintos de truenos vinieran del interior de la cueva, savia que la batalla había comenzado. Entro rápidamente y vio cómo su amado peleaba ferozmente contra la vestía.

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