La Lengua En El Aula Conclusión

Durante mi práctica educativa no he visto trabajar en ninguno de los niveles en los que he estado una producción de texto, una elaboración por parte de los alumnos, sólo he podido observar que copian una definición del pizarrón en sus cuadernos o que se les realiza un dictado para corregir las faltas ortográficas que puedan tener. No se han realizado talleres de producción en los cuáles puedan detectarse las debilidades de los alumnos a la hora de escribir, las fortalezas, etc.

Esto me lleva a reflexionar, y he llegado a una conclusión gracias a la previa revisión bibliográfica, durante la elaboración de este trabajo, y en el transcurso del taller de producción intelectual, que la escritura hoy en día se ha convertido en una herramienta muy utilizada y necesaria, de la cual se conoce únicamente lo más necesario y superficial. Esto se debe a que los docentes en general de nuestras escuelas no practican la producción escrita con sus alumnos de una manera adecuada, no se les brinda, en la mayoría de los casos, una guía para que ellos puedan desenvolverse con efectividad mediante el proceso de producción. Se les enseña un tipo de texto cualquiera y se cree que sólo con eso basta para que el alumno, en un futuro no muy lejano, pueda aplicar lo que aprendió. Este concepto es completamente erróneo.

Además las exigencias de la vida cotidiana demandan la necesidad de poseer la capacidad de traducir en forma escrita lo que pensamos o sentimos. Las actividades escolares, laborales, profesionales y nuestra relación con los demás requieren que desarrollemos la habilidad de escribir. La redacción de un informe, una carta u otros textos de carácter funcional constituyen una práctica habitual en nuestra actividad diaria. La escuela tiene la función de desarrollar esta capacidad, partiendo de los textos que sean más cercanos a los estudiantes, pero considerando, además, los textos de elaboración más compleja, como informes académicos, ensayos, monografías, entre otros, brindando a los alumnos la oportunidad de poder aplicar los nuevos conocimientos adquiridos pudiendo realizar ellos mismos un texto aplicando las herramientas brindadas.

El aprendizaje de la escritura se debe realizar a partir del mismo acto de escribir. Ninguna exposición teórica sobre dicho proceso, o el análisis aislado de las estructuras lingüísticas desarrollará esa habilidad. Puede decirse que ha llegado el momento de que tomemos un lápiz, una hoja y comencemos a escribir. Sin embargo, como menciona Camps para aprender a escribir no basta con sólo escribir, pues estaríamos obviando muchas cosas. A su vez, es necesario que los estudiantes tomen conciencia de los procesos cognitivos implicados en el proceso de producción, y que adquieran conocimientos básicos indispensables para escribir un texto, los cuales fueron desarrollados a grandes rasgos en el transcurso de este trabajo.

Para un correcto proceso de enseñanza-aprendizaje

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