La Llorona
Enviado por naxemc • 15 de Octubre de 2014 • 934 Palabras (4 Páginas) • 175 Visitas
FUCHELO Y LA MUERTE
Espíritus, fantasmas, zombies…todos los personajes de Halloween, de la Noche de los Difuntos, rondan alrededor de uno de nuestros grandes miedos: la muerte. Protagonista también de tantas historias y tantos cuentos de miedo. Para hacerla más cercana, para aprender a enfrentarnos a ella… Antaño era fácil encontrar cuentos sobre la muerte. Hoy los hemos incinerado y vivimos como si ella no fuera con nosotros.
Recomendado a partir de siete años.
Fuchelo y la Muerte
Autora: Isabel Tapiador
Es de noche, una tétrica luna cuelga del cielo, medio oculta por misteriosas nubes. Unos ramajes secos completan el espacio.
Fuchelo, nuestro protagonista, un pobre vendedor que va de pueblo en pueblo, avanza poco a poco por la escena; viene tirando de su carro lleno de chatarra.
Veamos qué le ocurrió.
(Se escucha una voz que narra).
VOZ QUE NARRA.-
En la noche de Halloween, Fuchelo recorre los caminos.
En la noche de Difuntos, cuando los espíritus vagan perdidos entre este mundo y el otro, Fuchelo avanza entre las sombras.
Hace frío, el viento sopla…
FUCHELO.-
En una noche como ésta, debería estar en casita.
(Aparece un espíritu, un ser etéreo, que vuela nervioso, como perdido)
ETÉREO.-
¡Uuuhh, ju, ju! ¡Uuuhh, ju, ju! El camino, tengo que encontrar el camino. ¡Uuuhh, ju, ju!
(Merodeando alrededor de Fuchelo)
Tú… tu conoces todos los caminos….
FUCHELO.-
Yo sólo conozco los caminos de los vivos, déjame tranquilo.
ETÉREO.-
¡Uuuhh, ju, ju! ¿Adónde iré?
(Sale de escena volando veloz)
FUCHELO.-
En casita tendría que estar, pero me he alejado demasiado.
(Hace memoria)
Uno, dos,…cinco…siete. Siete pueblos y sus correspondientes “entrepueblos”, demasiado lejos.
(Aparece un segundo espíritu, éste es una cara flotante, como una máscara, que abre desmesuradamente la boca para hablar, su movimiento es algo descontrolado)
CARA.-
Aaaadónde voy, aaadónde voy, adónde voy, aaaadónde.
FUCHELO.-
¡Ay madre!
(Se agacha para esquivar al espíritu que pasa en vuelo rasante sobre su cabeza)
¡Cuidado, que me vas a comer!
CARA.-
Dímeeeelo tú, dímeeeelo, aaaadónde voy.
FUCHELO.-
Yo no lo sé, y no te quiero volver a ver.
(Se agacha de nuevo para esquivar al espíritu, que con su anárquico vuelo, se lanza fuera de escena)
FUCHELO.-
Siempre sólo por estos caminos, un día no sé lo que me va a pasar.
(Escondida entre las sombras, de repente, aparece la Muerte, encapuchada, pálida, intrigante)
MUERTE.-
Mira que si te encuentras con la Muerte.
(Pausa)
(Fuchelo se da cuenta de que es la Muerte, del susto, pega un grito y se eriza todo él)
FUCHELO.-
¡Aaaahhh!
(Queda tendido en el suelo)
MUERTE.-
Me encanta hacer esto.
(Pausa)
Levanta hombre, que estamos empezando.
(Fuchelo levanta la cabeza, se incorpora, mira a la muerte y tapándose la cara con las manos, dice:)
FUCHELO.-
¡No me lo digas, no me lo digas, no me lo digas…!
MUERTE.-
Estás muerto.
FUCHELO.-
(Desesperado)
¡Noooo, noooo!
MUERTE.-
¡Que es broma hombre!
FUCHELO.-
Pero… ¿tú gastas bromas?
MUERTE.-
Vamos a ver, yo hago lo que me da la gana. Dentro del devenir, claro.
FUCHELO.-
¿El devenir?
MUERTE.-
Sí hombre, el aquí y allá, el más allá…¿Y si no qué?
FUCHELO.-
¿Y yo qué sé?
MUERTE.-
Normal, un pobre mortal..
(Malévola y atronadora)
¡Concentración, te ha llegado tu hora!
FUCHELO.-
(Tambaleándose)
¡Ay, ay, ay, ay!
MUERTE.-
Calma, calma…
FUCHELO.-
¡Ay, ay, ay, ay!
MUERTE.-
(Atronadora)
¡Calma he dicho!
(Fuchelo queda tieso)
Es la noche de Difuntos y tienes tregua.
FUCHELO.-
¿Tregua?
...