La Locura

silencio, de su exclusión, que se concreta en lo que Foucault llama el Gran Encierro, es decir, el momento en que el lugar vacío que queda en las leproserías de Europa, al haberse extinguido esta epidemia, es utilizado para el encierro de la locura, debido a la importancia del nuevo estatuto social del trabajo y la consecuente necesidad de imponer un orden laboral. Hay, además, otro factor desencadenante.

Así, vemos que en el momento del Gran Encierro, la locura es una más de esas experiencias límite. Los locos son excluidos junto con el resto de las figuras de la sinrazón el ladrón, el mendigo, la prostituta, el libertino, al constituir cada una de ellas una específica amenaza para los pilares fundamentales de la racionalidad moderna: el sistema económico-productivo naciente, el capitalismo, la moral, la religión... El saber, el conocimiento médico-psiquiátrico, para evitar los peligros de estas amenazas, no puede renunciar a objetivar cuanto incluye en el mundo de lo representado, dentro de los límites de lo que es pensable, mientras en el mismo gesto excluye al espacio social de lo abyecto aquello que no puede ser pensado o enunciado sin traspasar dichos límites, sin traspasar lo que en un tiempo y lugar determinados es dado pensar.

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3 FAUCAULT MICHEL historia de la locura en la época clásica vol1 P. 15

4 FAUCAULT MICHEL historia de la locura en la época clásica vol1 P. 37

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