La Naturaleza En Tu Vida

La naturaleza en tu vida.

Seudónimo: MARIPOSITA

La naturaleza es un regalo de Dios decía Don Julián, hombre humilde trabajador entregado a la educación.

Un día en la escuela se le ocurrió la idea de hacer un proyecto para ayudar a la madre naturaleza. Sus alumnos Pablos, Miguel y Gisela estaban entusiasmados, pero no sabían qué proyecto hacer. A Don Julián se le vino a la mente una historia que su abuelito le había contado hace mucho tiempo. Todos se sentaron y Don Julián empezó a contarle la historia…

Miren, niños, hace mucho tiempo en Italia vivía una joven llamada Elizabeth, tenía 16 años, le gustaba cantar, estudiar, ayudar a sus papas en el campo, pero sobre todo le gustaba tocar guitarra. Aprendió viendo a su hermana, quien tocaba en las misas del pueblo.

Elizabeth después que salía de la escuela iba a la Colina del Norte, era un lugar muy hermoso; tenía un lago y a su alrededor muchos árboles y diferentes especies de animales. Cuando Elizabeth llegaba a la colina se arrodillaba y rezaba una pequeña oración, dándole gracias a Dios por contar con una exuberante naturaleza, pues para ella, ésta era como su mamá ya que le había dado protección, pero que lamentablemente, había fallecido cuando Elizabeth tenía nueve años. Después que rezaba, sacaba la guitarra y cantaba muchas canciones; ella se sentía feliz.

Un día fue al pueblo a comprar unos materiales para su papá y se encontró con un letrero que decía: “Aquí se construirá un centro comercial”. Elizabeth se asustó y empezó a preguntar quién era el dueño del letrero; uno señores que estaban a su alrededor le dijeron que era el señor Jorge Ritter quien era un poderoso empresario que solo pensaba en el dinero y la fama, era el encargado de la construcción del centro comercial Colinas del Norte.

Elizabeth fue enseguida a casa del señor Jorge y le dice: ¿señor con qué derecho usted va hacer ese proyecto? Jorge le responde: con todo el derecho, jovencita; esa colina no tiene dueño, pero ahora es mía y voy a construir un centro comercial que generará mucho dinero. Elizabeth se enojó y le dice: Señor, usted va destruir esa colina que es tan importante para mí, mi familia y para todo el pueblo, pues, sepa usted, señor, que de esa colina nos alimentamos cada día. Allí los campesinos trabajan la tierra y los árboles son entes esenciales para que el lago no se seque, ya que de él todos tomamos agua.

Jorge de manera grosera, le responde: jovencita, “El dinero lo es todo” y el proyecto mañana comienza y se retiró. Elizabeth se quedó de pie y empezó a llorar, luego se fue a su casa y le contó a su papá lo que en ella estaba pasando. Su papá le dice: Hija, a dónde vamos a ir? Este es nuestro lugar, nuestra esperanza de cada día y si destruyen todo, hija, estaremos perdidos. Al día siguiente, Elizabeth reunió a todos el pueblo y emprendieron una marcha con pancartas y a la vez cantando las canciones de Elizabeth; se dirigieron hasta la casa del señor Jorge; este escuchó el ruido y salió a ver qué era ese escándalo y cuando abre la puerta se enfada porque ve que Elizabeth era la que dirigía la protesta y les dice: Calma, pueblo, nadie va a impedir la destrucción de la colina, vayan a ver que todo ha terminado.

Elizabeth fue corriendo, pero cuando llegó todo estaba destruido y el pueblo empieza a llorar y a preocuparse. Elizabeth se arrodilla y dice: ¡Dios, me has quitado a mi mamá y ahora me quitas a la otra! ¡Qué será de mí!, y luego con lágrimas en sus ojos sacó su guitarra y empezó a cantar. Su letra decía: -como la cuerda, que al morir desvanece, su música el alma mía…

Elizabeth sufría mucho; en ese momento empieza a llover, pero esta lluvia se convirtió en una tormenta que aterraba a todos. Pasaron los días, el pueblo estaba perdido no había que comer y la tormenta no paraba.

...