La Revolucion Informatica

UNIVERSIDAD SANTIAGO DE CALI

HUMANIDADES I

Fernando Chaparro, Tatiana Patarroyo, Sebastián Hoyos

Profesor: Álvaro Mina

LA REVOLUCIÓN INFORMÁTICA, LA VERDADERA MEGATENDENCIA

El remontarse a tiempos inmemoriales puede resultar bastante productivo en aras del desarrollo tecnológico, cultural y social de nuestro presente; esto es lo que han hecho profetas, adivinos, esoteristas, videntes, etc. Todos, eruditos del conocimiento que se han encargado de estudiar patrones de conducta de todo lo que los rodea, encontrando de este modo ciertos estándares de comportamiento que hacen que se pueda rastrear y predecir las huellas de los pasos que nuestra sociedad emprende día a día.

Es como futurólogos de nuestro tiempo se han aventurado a pronosticar las “megatendencias del siglo XXI”, mostrando un buen ángulo de lo que somos hoy en día y otorgando un futuro prometedor de lo que seremos mañana.

Aunque los textos de tendencias coinciden en abordar temas de trascendental importancia en nuestra sociedad como lo son: la política, la economía, la educación, la ciencia y la tecnología. Encontramos que todos tienen un factor común y es que se está mirando al ser humano con un lente netamente financiero, haciendo de este, la mayor unidad económica de todos los tiempos; todo radica en el hecho de que la riqueza está en el conocimiento y que a través de los avances tecnológicos y de telecomunicaciones, la información está cada vez más al alcance de todos – con algunas excepciones demográficas- así pues, se empieza a desentrañar esta utopía en la que aún muchos viven, o por qué no, vivimos.

Hemos despertado de un largo estado de somnolencia, pues por primera vez coincidimos en que el conocimiento individual, hace protagonista y da un valor único que nunca el ser humano había tenido la oportunidad de tener. Esto ha sido gracias a la revolución informática, puesto que ya no se tiene que viajar al reino unido, ni a países “jerárquicamente superiores” para tener acceso a conocimiento de primera. La internet como centro de desarrollo omnipresente ha sido el motor de progreso, pues ha globalizado el mercado, permitiendo a cada persona (con acceso a este) tenga la oportunidad de interactuar e intercambiar atributos, con cualquier congénere hasta en la región más inhóspita de nuestro planeta.

Aunque al parecer sólo basten unos pocos años para que la difusión de la información llegue a su máxima expresión, podemos ver que siguen habiendo tropiezos en las plataformas virtuales, pues al parecer el acceso sin restricciones a la red, permite la publicación desmesurada de información que inunda esta y hace imperceptible la distinción entre lo veraz y lo falaz. Este tipo de tropiezos son un reto para las instituciones de educación, pues no solo deben ser actores en la lucha contra la ignorancia, sino que hay ahora otro adversario intangible

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