La canasta de huevos

1. Lee el siguiente cuento.

La canasta de huevos

Mi esposa y yo fuimos a ver a unos parientes al pueblo vecino. Al despedirnos, nos regalaron una canasta de huevos. Por el camino ya se me hacía agua la boca pensando en el montón de tortillas que haría Margarita. Cuando se lo dije, mi mujer me replicó:

— ¿Tortillas? ¡Quítatelas de la cabeza, Jeremías! No nos comeremos los huevos; los llevaré al mercado y los venderé. Hay sesenta. Nos darán un montón de dinero y compraré una gallina.

— ¡La mataremos!— grité yo.

— ¡No! No la mataremos— dijo mi mujer—. Pondrá huevos.

Margarita echó a volar su imaginación sobre cuánto producirían los huevos que les habían regalado.

— ¡Margarita!— grité yo—. Gracias al cielo que eres mi mujer. Me mareo solo de pensar en tanta riqueza. Ojalá que el diablo no se asome en el camino, querida Margarita.

— ¿Cómo?— me preguntó riendo.

— Por ejemplo, haciendo que los huevos de la canasta estén pasados. Y entonces, ¿qué?

— ¡Son frescos!

— ¿Cómo lo sabes?— ¿Lo puedes saber a simple vista?

En lugar de responder, Margarita cogió la canasta, sacó un huevo y lo rompió.

—Aquí tienes la prueba —dijo— de que mis parientes no regalan huevos pasados.

—Margarita— objeté yo—, este es un huevo de sesenta. ¡Piénsalo!

—Pero los otros cincuenta y nueve— aseguró mi mujer— son igual de frescos. Compruébalo tú mismo si dudas.

Margarita esparció los huevos por el suelo. Luego empezó a romperlos uno detrás de otro. Los olimos y comprobamos que no había ni uno malo.

—Ahora ya sabemos que puedes venderlos sin mala conciencia— dije.

Volvimos a meter los sesenta huevos quebrados en la canasta, los tapamos con paja y nos dimos prisa en regresar a casa.

Cuando llegamos a casa, levantamos la tapa de la canasta. ¡Dios mío! Apareció una mezcla pastosa, compuesta de paja, cáscaras de huevo, clara y yema.

— ¡Ay, Margarita, Margarita!— dije con tristeza—. ¡Creo que nos hemos alegrado demasiado pronto!

Y enterramos nuestros planes mientras llevamos a la basura la canasta con los restos de los sesenta huevos.

Otfried Preussler: Los locos Villasimplona.

Ediciones SM. (Adaptación)

2. Responde las siguientes preguntas.

• ¿Qué quería hacer Jeremías con los huevos?

____________________________________________________________________________________________________________________________________

• ¿Qué quería hacer Margarita con los huevos?

____________________________________________________________________________________________________________________________________

• ¿Por qué Margarita rompió los huevos?

____________________________________________________________________________________________________________________________________

3. Explica con tus palabras qué quiere decir la expresión “los huevos están pasados”.

____________________________________________________________________________________________________________________________________

4. Fíjate en los verbos que están destacados en el texto. Clasifícalos completando la tabla.

Pasado Presente Futuro

5. Dibuja las siguientes escenas.

A Jeremías se le hace agua la boca pensando en tortillas. Margarita piensa en vender los huevos. Jeremías y Margarita, encuentran una mezcla pastosa.

6. Observa la agenda de Emilia y completa lo que le contaría el día miércoles a un amigo.

...