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La condición de la mujer: problemática vista en cuentos de Clarice Lispector


Enviado por   •  19 de Febrero de 2016  •  Ensayo  •  2.303 Palabras (10 Páginas)  •  342 Visitas

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La condición de la mujer: problemática vista en cuentos de Clarice Lispector

Olga Yuliana  Díaz Contreras

Trabajo de Literatura Latinoamérica II  presentado al profesor Jesús Hernando Motato  Camelo

UNIVERSIDAD INDUSTRIAL DE SANTANDER

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS

ESCUELA DE IDIOMAS

BUCARAMANGA

2015


La condición de la mujer: problemática vista en cuentos de Clarice Lispector

Al entrar en contacto con la obra de Clarice Lispector se  puede ver ese constante mover  reflexivo  que  parte  del  lenguaje. Lispector  lleva a la palabra hasta sus límites para poder capturar  ese tan  anhelado  misterio,  la moldea a su imagen y semejanza  hasta que alcanza expresar  su más intima intensión. En  este  proceso creador,  Clarice presenta entre sus temas  la condición de la mujer en la sociedad, ella deja de lado esa visión donde la mujer es pensada desde el hombre y  para el hombre, donde la identidad femenina se sujeta  al rol que establece un modelo  religioso y  moral de una sociedad conservadora y  arbitraria. Es por esta razón, que se pretende  señalar  el estereotipo  femenino contra  el cual Clarice lucha, esa mujer domesticada  y  pasiva  que  deja  atrás su  propia conciencia por complacer a otros; además,  hacer énfasis en la intensidad del lenguaje del que se hace aliada Lispector para mostrar la condición de la mujer de una manera magistral.

 La vida  de  Clarice Lispector  inicia  en Chechelnik, Ucrania en 1920, tierra ajena para la autora, ya que nunca llega a conocerle  y ni la siente suya. Su  familia de origen judío emigra a  América,  debido a los diversos sucesos violentos  que acontecen en la época en aquel lugar. Los Lispector se establecen en Maceió, Brasil   y        más        tarde  se trasladan a  Recife, Brasil. Clarice  crece, aprende  y vive  en  Brasil, allí es donde se desarrolla como una escritora y adquiere un  estilo inigualable. Es así, que al saber que su origen era ambiguo inicia una búsqueda metafísica de su ser,  que se expresa en  su  obra. Esto  hace que al leer alguno de sus relatos se llegue identificarse con ella, se establezca una conexión y  se entre en el universo  que  Lispector ha creado desde el lenguaje, desde  palabra de cristal, frágil y dura (Losada,  2013).

Pero  el lenguaje es un instrumento que Clarice utiliza para alcanzar un efecto, un significado. Es  en este punto  donde  la autora muestra ese conflicto con el cual lucha, y lo hace por medio de sus personajes con los cuales señala la condición  de          la mujer. Esta situación se ve en su  cuento Una Gallina. En  este relato se personifica   a la gallina, se presenta frágil, femenina y maternal. La gallina pretende escapar, dar vuelo y huir de su destino, como aquella mujer en búsqueda de su libertad. Como  lo podemos ver en la obra:

La vieron  abrir las  alas de         vuelo         corto,         hinchar el pecho  y,  en         dos o  tres intentos,  alcanzar el  muro         de la terraza. Todavía     vaciló         un         instante- el tiempo  para que  la         cocinera  diera un grito-  y         en         breve         estaba             en la  terraza del  vecino,         de donde,         en         otro         vuelo         desordenado,         alcanzó  un tejado (Lispector, 2008, p.36).

Como se puede ver en el fragmento anterior, se presenta la ida de este ser (la gallina),  que sale, que huye de ese mundo en el cual ha estado inmóvil pasiva, domesticada y  sometida a un destino ya estipulado por otros. “Era         una gallina de  domingo. Todavía viva porque  no pasaba de  las  nueve  de  la  mañana. Parecía calma. Desde el         sábado se había  encogido en un rincón de la         cocina. No miraba a nadie,         nadie         la miraba a ella” (Lispector, 2008, p.36).  Al  leer  el cuento  se hace presente la imagen de la joven que decide abandonar el hogar y  buscar su    propio camino, pero  por designios incompresibles se ve obligada estar de vuelta. En el caso de la gallina,  es la mano feroz del joven que la trae de vuelta, le quita la libertad amada, así como lo presenta el relato “una         de las         veces        que se detuvo para         gozar         su  fuga, el muchacho la alcanzó.         Entre         gritos         y plumas, fue presada” (Lispector, 2008, p.36). Se puede observar la manera en la que se recluye a la gallina, entregada nuevamente a su destino ya dispuesto, pero por el susto que le provoco pone un huevo y se salva, la maternidad la redime  y se convierte así en la reina de la casa a quien van todos los mimos, amores y misericordias como se puede observar en el fragmento:

 Inconsciente  de la  vida que le        fue entregada,        la gallina empezó a        vivir con la familia. La niña, de  regreso  del colegio, arrojaba el        portafolio lejos sin interrumpir sus carreras  hacia  la  cocina.  El padre todavía        recordaba,  de         vez en cuando:        « ¡Y pensar         que        yo la obligué         a correr en  ese estado!».         La  gallina  se         transformó en  la  reina de la         casa (Lispector, 2008, p.37).  

 La gallina no es consciente del cambio que surge en su entorno, pero en su interior aun está el recuerdo de la libertad, de la brisa que toco su emplumado cuerpo y la hizo libre, “un auto descubrimiento, seguido de una nueva alineación” (Chiappini, 1999, p. 258). Eso es  lo que produjo esta fugaz independencia, pero no es lo suficiente para logra escapar de nuevo. Cabe señalar algo importante que  Clarice muestra en este relato y  en otros más como el Amor, La imitación de la rosa, Lazos de familia, entre otros en los que sus personajes, generalmente femeninos, se colocan en un “descubrir en sí a otra” (Pozenato, 2010, p.163). En otras palabras los estos personajes  llegan a un punto  en el cual se ven encarados ante ese otro  ser, configurado por sí mismo, es decir, que Clarice reitera en estos cuentos el motivo del espejo para mirarse y descubrir su propio yo, su identidad propia (Pozenato, 2010). Presenta  “espejos que construyen y destruyen las identidades de las mujeres” (Losada,  2013, p. 12).Se puede reconocer  y verse más allá de un rol estipulado por una sociedad   absurda donde predomina los intereses  monetarios y se  está encerrado en  la     imposibilidad          para el diálogo (Cossio, 2001).

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