La figura de la mujer en la obra del escritor y poeta romano Juvenal Decimus Iunius Iuuenali

En la siguiente monografía se tratará la figura de la mujer en la obra del escritor y poeta romano Juvenal Decimus Iunius Iuuenali, mas precisamente en su Sátira VI, perteneciente a su segundo libro.

         Este poeta nace en Aquino, en el Abruzo, antigua región de los Volscos (actual Italia). Algunos historiadores  suponen que su nacimiento se produjo durante el reinado de Calígula, aproximadamente en el año 30 de la era cristiana, otros lo ubicarían entre los años 50 y 60,  durante el imperio de Nerón. También se ignora la fecha de su muerte aunque se cree que llegó a una edad avanzada, de manera que fue testigo de aquella sucesión rápida de once emperadores en menos de ochenta años, imperios signados por los crímenes y las crueldades.

Los datos sobre su vida son pocos precisos; hijo de una familia opulenta pero no aristocrática, también se supone que fue hijo de un liberto, que  fue discípulo de Quintiliano y que su carrera como satírico empezó a edad temprana. Las biografías sobre Juvenal datan del siglo X y son una extrapolación de sus propias sátiras; estas atribuyen un período de exilio en Egipto. Se dice que su destierro fue a causa de su mordacidad, que se le dio el cargo de centurión en Egipto y que murió allí, aunque otros historiadores aseguran que, renunciando a su cargo, volvió a Roma donde permaneció hasta su muerte.

Juvenal escribe dieciséis sátiras, (la última incompleta), poemas en hexámetro dactílico, es decir, El hexámetro es un verso de la poesía griega y latina que consta de seis pies formados por dáctilos y espondeos, o troqueo si es el sexto pie, siendo obligatorio que el quinto sea un dáctilo, el cual, es un pie compuesto por una sílaba larga seguida de dos breves. Estas sátiras se encuentran organizadas en cinco libros que aparecieron publicados cuando falleció Domiciano y se abrió en Roma un clima más tolerante bajo los emperadores Nerva, Adriano y Trajano. Son una fuente de estudio de la Antigua Roma aunque el tono hiperbólico y satírico hace que no sean tan confiables las afirmaciones que ahí presenta.

Estas Sátiras son una dura crítica a la Roma pagana. Alude a personajes anacrónicos, avalado por el historiador Tácito. Ataca a la sociedad romana, a los vicios de la gente y a los abusos de los emperadores anteriores a Trajano. Sus sátiras refieren a tres épocas: dos del pasado, la de los Claudios y la de Domiciano y la época de su presente, la de Trajano y Adriano; en sus versos acumula sucesos, personajes y situaciones de todas ella, mezclándolos en escenas dramáticas utilizando la ironía y la burla.

El primer libro apareció después del año 100, el segundo hacia el 116, el tercero hacia el 120, el cuarto hacia el 125 y el último después del 127, fechas aproximadas y deducidas tras estudios minuciosos de su obra y  los datos recabados en los escritos de historiadores y poetas de la época

• Libro I: Sátiras 01-05
• Libro II: Sátira 6
• Libro III: Sátiras 07-09
• Libro IV: Sátiras 10-12
• Libro V: Sátiras 13-16 (de la 16 se encuentra inacabada)

La temática de cada sátira es la siguiente:

Sátira I: Comienza la sátira criticando a los poetas, que abundan en su tiempo; Juvenal dice que son aburridos y que sus poemas no interesan a nadie y de esa manera, justifica la elección del género que él escribe, porque le produce indignación los vicios de Roma.

Sátira II: El tema de esta sátira es el de la homosexualidad masculina y la presenta en cuatro escenas:

• Los filósofos: maestros de moralidad que practican todo tipo de aberraciones sexuales.
• Los abogados: dando el ejemplo de uno de ellos, que persigue y enjuicia a mujeres infieles y acude ante el tribunal con un vestido transparente, de gasa, como el que usaban las prostitutas, en vez de la toga.
• Una especie de grupo secreto donde se reúnen y se visten y maquillan como si fueran mujeres.
• El casamiento entre homosexuales donde un hombre del linaje de los Graco se pone el velo de novia y se casa con otro hombre ante la ley.

Sátira III: Esta sátira es un monólogo de Umbricio, un hombre maduro que se va a vivir a Cumas, abandonando Roma, para ganarse la vida trabajando como agricultor. El contenido de esta sátira es que en Roma es imposible conseguir un trabajo honrado y esto se debe a que la población que viene que Grecia y de Oriente desplaza a los romanos. Juvenal describe profesiones honestas y deshonestas.

Sátira IV: Esta sátira tiene dos partes: una introducción sobre Crispino, que fue comandante en jefe de la guardia personal del emperador y la historia de un ridículo Consejo de Ministros convocado por el emperador Domiciano para discutir cómo debía cocinarse un rodaballo gigante que le habían regalado. Es una dura crítica al régimen de Domiciano. Hay una invocación a la musa Calíope, Juvenal le pide que se siente, le dice que no se va a recitar un poema sino a exponer un hecho histórico.

Sátira V: Los temas que trata son la riqueza y la pobreza y la relación cada vez más vil entre ricos y pobres, estos últimos tipificados en la figura del sirviente. El poema refiere a la descripción de una cena que da Virrón, un ricachón de la época, a la que invita a otros ricachones como él y a algunos sirvientes desdichados a los que habría negado por la mañana el dinero de la sportula. Esta invitación representa para el pobre el pago de dos o tres meses de los servicios de la salutatio matinal.

 Sátira VI: Es la más extensa de todas las sátiras escritas por Juvenal y de todo el género también; posee setecientos versos y el tema central es el consejo a quienes van a casarse. El consejo del poeta es que no lo hagan y trata de disuadir a su amigo, Póstumo, de su intención de contraer matrimonio.

    Ejemplifica el consejo con la infidelidad de la mujer, recurre al caso de Epia, esposa del senador Vayento, de la época de Domiciano, quien se hizo raptar por un gladiador. También aparece una dama de alcurnia donde le muestra cómo pagan justos por pecadores: si el marido le da la espalda a la esposa en el lecho, esta se desquita azotando a los esclavos.

    Para Juvenal no hay mujer ni deseable ni aprovechable. En la sátira se pueden diferenciar tres partes:

• En la primera se dice que ningún hombre debe casarse porque las mujeres son impuras y da el ejemplo de Mesalina, esposa del emperador Claudio, que deja el lecho imperial para ir por las noches a un burdel.
• En la segunda parte, Juvenal dice a Póstumo que el matrimonio por amor es en realidad por amor al dinero o a una cara bonita.
• Finalmente, el poeta da una serie de ejemplos que dan fe de estas verdades: la mujer que arruina la fortuna de su marido, la que insiste en tener homosexuales entre la servidumbre, la obsesionada por su aspecto personal, la que humilla socialmente a su esposo, la chismosa, la mujer religiosa y por último, la mujer criminal.

    En definitiva, las mujeres engañan, tiranizan, desprecian, ignoran y asesinan a sus maridos. Son ambiciosas, tenaces, obstinadas, lujuriosas, egoístas e implacables. La sátira es una buena fuente de información sobre detalles de ciertas costumbres romanas de la época.

    En el final, el poeta expone los casos de las mujeres que asesinan a sus propios hijos.

Sátira VII: En el comienzo de esta sátira hay un elogio al emperador Adriano, contemporáneo a la obra de Juvenal, a su generosidad y una descalificación a los ricos tacaños. Los temas que trata son la miseria de los literatos: de los poetas, los historiadores, los abogados, los profesores de estudios superiores y de los maestros de escuela.

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