La historia de un letrero

[pic 1]

Hoy en día hemos perdido la sensibilidad de ver, oír y sentir los problemas de otras personas, aparte estamos acostumbrados a juzgar a las personas por su posición social, no tomando en cuenta que muchas veces se recibe ayuda de quien menos lo esperas.

Como lo podemos observar en el cortometraje, “La historia de un letrero”, la cual nos muestra a un discapacitado pidiendo limosna con un letrero mal escrito, que dice: “Tenga compasión, soy ciego”.

La gente pasa a su alrededor y no se conmueve, por su apariencia, mucho menos por su discapacidad.

Una persona de muy buena apariencia y posición social al igual que todos pasa y lo ve, pero de pronto retrocede, observa su letrero, el bote vacío y aun así no le da dinero, pero le corrige su letrero; le pone un mensaje similar pero muy impactante hacia la gente; ya que acto seguido le comienzan a dar dinero hasta el grado de que se derrame su bote y el ciego se agacha a recogerlo y en eso escucha las pisadas de aquel hombre que se había detenido y le pregunta que qué le había hecho a su letrero y el hombre le responde: “Escribí  lo mismo pero con palabras distintas”.

Aquí es cuando nos deja la reflexión de que podemos recibir ayuda de quien menos esperamos y del poder que tiene lo que quiera transmitir a los demás, ya que tiene mucho que ver como lo escribas, lo leas o lo digas y esas palabras tienen un poder impresionante.

La verdad en lo personal, le habría puesto atención a éste tipo de situaciones, ya que por un lado veo como hemos perdido valores como sociedad y por otro lado observo como el transmitir un mensaje de forma correcta impacta no solo a un individuo, sino a todo aquel que lo lee.

Si ponemos atención a todas esas personas que tratan de acaparar nuestra mirada para que sepamos que están ahí, y que nos necesitan de una u otra forma para poder subsistir ante la sociedad, no habría tanta injusticia y seríamos mejores personas. Y también empleando las palabras correctas para dirigirnos con los demás, ya que muchas veces no sabemos cómo expresar y hablar con ellas y comentemos imprudencias que llegamos hasta faltar al respeto sin querer, ocasionando conflictos entre uno mismo.

Por eso en necesario emplear las palabras adecuadas para tener una conversación sana sin tener que llegar a los extremos y ante todo poner atención a todo lo que nos rodea incluyendo a personas discapacitadas, porque ellas forman parte de nuestra sociedad sin saber que son las que más atención y educación tienen hacia nosotros. Por lo cual es muy importante fomentar nuestros valores comenzando desde nuestro hogar para que de esa misma manera nuestros hijos lo transmitan a la sociedad.

...