La lectura: información y/o aprendizaje
Enviado por sandrafernandez • 22 de Septiembre de 2011 • Monografía • 2.038 Palabras (9 Páginas) • 837 Visitas
La lectura: información y/o aprendizaje
María de Lourdes Acedo de Bueno
Algunas recomendaciones para la lectura comprensiva
En una sociedad en la que el conocimiento nos rodea y su producción es cada vez mayor; los contenidos son dinámicos, no sólo en cuanto a su producción sino en cuanto a sus formas de presentación, de comunicación y a sus fuentes, se hace necesario poder procesar grandes cantidades de información, rápidamente y con efectividad. La lectura eficiente es la gran herramienta para hacerlo. De una lectura eficiente se deriva una escritura eficiente.
Cuando leemos no sólo procesamos información sino que abordamos los procesos comunicativos, específicamente el lenguaje, entendido no como el idioma en el que se comunican los grupos sociales, sino como todos los procesos cognitivos que implica esa maravillosa capacidad propia de la persona humana. Estos procesos son universales, razón por la cual no tienen idioma sino representaciones mentales. Por ejemplo, cuando podemos representar un conjunto de ideas escritas en un texto, en nuestra mente, como si fuera una película, no le adjudicamos un idioma específico, sino una representación en nuestra memoria. Esa representación mental que se produce es cognitiva y obedece a la utilización de los procesos básicos de pensamiento: observación, clasificación, análisis, síntesis, evaluación, etc.
La intención del lector, cuando realiza la lectura, influye en su captación. Así, en la misma actividad (leer) realizamos tareas diferentes: si leemos para encontrar una información específica, si leemos para captar la idea general, si leemos en profundidad para conocer un texto específico o si leemos para establecer un juicio crítico.
Las sugerencias que se dan a continuación implican varios de los tipos de estrategias que se deben realizar para que la lectura sea eficiente.
Prelectura: Antes de comenzar a leer
Observación del texto: inferir información del autor, la longitud, el año en el que fue escrito, el índice o tabla de contenidos, comentarios editoriales, etc. (es lo que se hace cuando se va a comprar o decide leer un libro)
Observación de las partes del texto (partes, capítulos, títulos, subtítulos) y si el texto es corto, título, autor y párrafos.
Inferir la idea central a partir del título y de la lectura del primer y último párrafo (skimming)
Verificar esta idea a través de la localización de palabras claves que la confirmen (scanning).
Establecer la idea central del texto:
Si la lectura es superficial, bastaría con preguntar de qué se trata el texto. Sin embargo, a veces esto no es tan fácil de determinar. Para ello profundizamos haciendo un análisis del texto. Esto es lo que se hace cuando se lee para aprender: procesar información con una intención.
Lectura por párrafos:
Proceder a la lectura por párrafos. Si no se entiende en primera instancia, relacionar lo que se capta con la idea central preconcebida producto de la prelectura y con nuestros conocimientos previos.
Leer para aprender
Cuando leemos con la intención de aprender, realizamos estrategias para procesar la información y pasarla a nuestra memoria a largo plazo. Es la que, al acumularse organizadamente en nuestra mente, nos permite formar nuestras estructuras cognitivas o esquemas mentales para seguir conociendo, es permanente y susceptible de recuerdo. Cuando aprendemos, procesamos información proveniente de la lectura. Así, procesar es convertir la información en aprendizaje: Proceso de percibir, relacionar, organizar, retener y evocar la información.
Ayudarse, organizando las ideas: Construir un gráfico que organice ideas principales y secundarias con sus conectores, establecer el tipo de funciones de las conexiones, si hay coherencia interna, el tipo de texto atendiendo su estructura, y por tanto, hacer inferencias y suposiciones de lo que se va a el tipo de información que se va a encontrar, etc. Para ello nos apoyamos en una serie de estrategias que guardamos en nuestra memoria y se basan en procesos cognoscitivos. Estas estrategias a veces pueden ser producto de la experiencia o las aprendemos intencionalmente, pero cuando las hacemos conscientemente, las podemos repetir y mejorar al refelxionar sobre ellas.
Existen diferentes tipos de estrategias que nos ayudan a procesar la lectura. Cada una de ellas contribuye, en forma diferente, a pasar la nueva información a la memoria a largo plazo. La ventaja es que no se olvida:
Algunas sugerencias que ayudan a leer para aprender
Es necesario analizar el conjunto de ideas principales y su relación con la idea central, las partes que lo conforman, cómo y para qué se entrelazan, etc.
Se sintetiza cuando realizamos un resumen, conclusión, organizamos la información en gráficos, parafraseos, mapas mentales, mapas conceptuales, etc. La síntesis siempre es significativa para quien la realiza. Es decir, cualquier técnica de procesamiento de información debe ayudar a quien la realiza a reconstruir la lectura o la información procesada.
Tipos de análisis: Modelo analosintético (Meza de V.,I, 1998)
Análisis de partes: Las partes son los párrafos, los capítulos, los títulos y subtítulos, los gráficos, la diagramación, etc. Este criterio nos da información sobre el contenido y prepara la mente para recibir la información... De allí se puede planificar, inferir información, formar ideas sobre la lectura, etc.
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