La miel silvestre

LA MIEL SILVESTRE

Quien es   exclamo el policía, no lo sé solo hay un vacío y profundo esqueleto, Tadeo ve rápido a todas las cabañas de este bosque y pregunta a todos sin excepciones si hay alguien desaparecido en el pueblo o en algún sector cercano.

Tadeo obedeció las ordenes de su estricto jefe y  fue a todas las cabañas, mientras caminaba él pensaba en su familia y en por que eligió ese trabajo , después de 2 horas Tadeo estaba perdiendo las esperanzas  hasta que llego cansado y sin esperanzas a la última cabaña ,  noto que todos los hombres estaban muy concentrados en su trabajo. Pregunto con una voz firme y a las vez preocupada si había alguien desaparecido, nadie contestaba espero unos 5 minutos y decidió marcharse, abrió la puerta y al fondo de la cabaña se escuchó una voz obscura y fría, Gabriel benincasa es mi sobrino dijo el hombre, su mirada era fría y totalmente perdida, parecía si tuviera un fantasma parado justo detrás de él.

Está bien señor  quien es Gabriel  dijo Tadeo preocupado.

Él es mi sobrino es un muchacho muy alegre como una tarde de verano, glotón como si nunca hubiera comido en su vida. Termino sus estudios y decidió venir al bosque a explorar. Él era un joven prisionero con padres estrictos y ellos decidían su futuro, escogieron a la persona que estaría con él por el resto de su vida, hace un mes me escribió una carta donde me pedía desesperadamente ayuda ya que yo era el único en la familia que lo comprendía. Y le respondí diciéndole que viniera a visitarme llego hace una semana.

 El primer día salimos a caminar los dos juntos y platicamos de cómo le había ido en su vida. Una mañana cálida y acogedora me desperté más tarde de lo normal, me despertó el  canto de los pájaros, sol que entraba atraves de las cortinas, sus rayos se reflejaban en el espejo y bailaban en las paredes,  me di la vuelta para ver el reloj y me levante de golpe era demasiado tarde para el trabajo, fui a  la mesa de noche para ponerme mi reloj me encontré con una nota de mi sobrino.

-tío fui a explorar al bosque quiero pensar si quiero regresar a la cuidad, no me esperes para comer tal vez encuentre algo en el bosque. –

No me preocupe sabía que él podía cuidarse solo y seguí apurado alistándome, hice mi rutina diaria camino al trabajo y de repente se me vino a la mente la corrección.

La corrección es una cosa impresionante lo peor que te puedes imaginar, hace unos meses la corrección era imparable cada día había 3 o más muertos pero de un tiempo para acá se controló ya nadie hablaba ni se preocupaba de ella.

Terminando el trabajo tome mi  chaqueta y mientras me dirigía a casa escuchaba a todos los ruidos de animales me pare un momento para apreciar lo hermoso del bosque como caía la niebla sobre los gigantes árboles y me deleitaba al ver la luz de la luna iluminando claramente  todo.

Pensé en llevar algo para cenar pero pensé que Gabriel ya tendría algo preparado, además ya era demasiado tarde.  Al llegar a casa no quise hacer mucho ruido pues pensé que Gabriel ya estaba dormido porque estaba todo apagado. Llegue tan cansado que ni siquiera me preocupe o revise si Gabriel estaba en su cuarto. Fui directo a mi habitación y me senté en la orilla de la cama, silenciosamente me quite las botas me puse algo cómodo para dormir y me fue a dormir. A la mañana siguiente me sentía raro como si algo me faltara,   pero  ignore completamente ese sentimiento y  fui a la cocina empecé a preparar el desayuno para Gabriel y para mí. Lo llame a desayunar y no me contesto.

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