La princesa y el joven humilde

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LA PRINCESA Y EL JOVEN HUMILDE

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LA PRINCESA Y

EL JOVEN HUMILDE

Había una vez en un reino muy lejano una princesa increíblemente rica y sabia, ella era muy hermosa y siempre vestía lindos trajes coloridos  con zapatillas tan azules como sus ojos. Un día en un atardecer turbio, cansada de pretendientes falsos que se acercaban a ella solo para conseguir sus riquezas, proclamo que se casaría con el hombre que le llevase el regalo más valioso, tierno y sincero a la vez. Al día siguiente el palacio se llenó de flores y obsequios de todos los tipos y colores. Y entre todos esos regalos magníficos descubrió una piedra; una sucia y simple piedra. Intrigada por tan peculiar regalo hizo llamar a quien se la había obsequiado. Ella a pesar de su curiosidad, mostro estar muy ofendida cuando apareció un joven que aparentaba ser pobre y con poca higiene, y este se explicó diciendo:

• Esta piedra es lo más valioso que yo te puedo regalar, princesa esa piedra representa mi corazón porque es sincera y dura. Solo cuando se llene de amor se ablandara y será más frágil que ningún otro

El joven se marchó tranquilamente, dejando a la princesa sorprendida y deslumbrada por su auténtica humildad. Si, la princesa se había enamorado de aquel joven de buenos sentimientos, la princesa llevaba consigo la piedra a todas partes y durante días intento agradar al joven de regalos y atenciones, pero su corazón seguía siendo duro como aquella piedra en sus manos.

Desanimada y rendida, termino por arrojar la piedra a la chimenea con el fuego ardiente; al momento vio como la piedra se deshacía y de aquella piedra surgió una hermosa figura de oro y comprendió que tenía que ser como el fuego y separar lo inútil de lo importante.

Durante la siguiente semana la princesa propuso cambiar el reino. Acabo con el lujo, las joyas en exceso y las personas del pueblo tuvieron más alimentación y educación. Cuantos trataban con la princesa salían encantados de su carácter y humildad. Su sola presencia transmitía tal calor humano y pasión por cuanto hacia que la empezaron a llamar cariñosamente “la princesa de fuego”

Y como con la piedra, su fuego deshizo la corteza del corazón del joven, que tal y como había prometido resulto ser tan tierno y justo. El joven al experimentar tan agradable sentimiento se convirtió en un apuesto príncipe con la armadura tan brillante como el sol, el príncipe le propuso matrimonio y la hizo feliz hasta el fin de sus días.

FIN

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