La sabiduría: el poder y la fortuna mas grande
Enviado por ksaty • 3 de Noviembre de 2012 • Ensayo • 647 Palabras (3 Páginas) • 521 Visitas
Escuelas Presocraticas
viernes, 1 de junio de 2012
LA SABIDURÍA: EL PODER Y LA FORTUNA MAS GRANDE
En tiempos antiguos aproximadamente en el año 528 A.C. la sabiduría era el centro del universo el cual era un tesoro preciado para los hombres y de este se desprende la ciencias la imaginación del hombre para inventar , lo cual era esencial adquirir la sabiduría, se puede decir que ser sabio es tener la capacidad de poder discriminar lo importante de lo intrascendente y de poder ser feliz disfrutando de lo que se tiene.
La realidad está llena de ilusiones pasajeras que despiertan el interés de la gente, pero ni bien se materializan hacen desaparecer el entusiasmo por ellas para ir detrás de otra ilusión igualmente efímera.
Jeremías era un hombre rico, tan rico que casi no podía calcular a cuánto ascendía su fortuna. Nació con la habilidad de hacer dinero sin esforzarse demasiado y cada nuevo negocio lo hacía más y más rico.
Por supuesto, se daba todos los gustos, por eso no dudó en comprar un lugar en el barco más grande que jamás se construyó, con la capacidad suficiente como para permanecer en alta mar mucho tiempo, para vivir en él cuanto quisiera y de paso aprovechar para conocer los rincones más ocultos del mundo.
Próximamente haría su viaje excepcional y grande era la expectativa en los círculos que acostumbraba frecuentar.
Jeremías sería uno de los privilegiados de contar con un espacio libre de contaminación, explosiones nucleares o posibles conflictos bélicos, y como hacen todos los ricos se reservó un lugar seguro para eventualmente salvarse de los peligros que acechan al mundo.
En esos tiempos era al esplendido ver como un hombre de mucho dinero emprendería un viaje nunca antes apreciado y la expectativa en cada persona que vería esto cada día era mas grande.
La partida del barco fue un acontecimiento histórico. Miles de personas los despidieron, en el único puerto que contaba con espacio suficiente como para que pudieran abordarlo los selectos pasajeros.
Los camarotes eran lujosos departamentos que disponían de muchas comodidades, incluyendo amplios balcones con vista al mar.
Recorrerían el mundo sin apuro porque el barco era como una pequeña ciudad, con bancos, negocios, restaurantes, y estructuras con las cuales habia diversión, como para satisfacer las exigencias de cualquier millonario.
Disponían de un pequeño centro medico para atender las urgencias y hasta para realizar intervenciones quirúrgicas sencillas.
No se podía pedir mayor confort estando en el medio del océano, sin embargo, como siempre ocurre cuando pensamos que las cosas pueden ser perfectas, algo faltaba.
Porque un día Jeremías se sintió mal y a pesar de recibir toda la atención de los médicos que se encontraban a bordo, no hubo más remedio que trasladarlo
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