La subjetividad de Galdós a partir de Trafalgar

Trafalgar de Benito Pérez Galdós

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Realismo y Naturalismo español

Curso: 2019-2020

En este ensayo voy a comentar la subjetividad de Galdós a partir de Trafalgar primer libro de la primera serie de Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós.

Benito Pérez Galdós es un escritor español de los movimientos realista y naturalista. Escribe sus primeras obras influenciado por el romanticismo La Fontana de Oro (1870), La sombra (1871) y El audaz (1871), seguidamente abre paso al Naturalismo con La desheredada (1881) a la que le seguirán un gran número de novelas. En 1873 inicia la publicación de la primera serie de los Episodios Nacionales con Trafalgar, y conforme su popularidad fue creciendo publicó la segunda serie de los Episodios Nacionales.  Sigue escribiendo y publicando hasta que fallece dejando así incompleta la cuarta serie de Episodios Nacionales en 1912.

Como ya he mencionado Galdós pertenece al realismo que es un movimiento literario que se generaliza en Europa durante la segunda mitad del siglo XIX. La continuación de este movimiento es el naturalismo. Es mucho más que un movimiento literario o que una época determinada; es la manera de entender la vida por parte de los artistas en general, se separaron de los ideales románticos dándole a sus obras un tinte objetivo, se centran en la naturaleza como naturaleza y no como una impresión de los sentimientos del autor y los autores se interesan por todo aquello que suponga una influencia para el hombre en dicha época.

En 1868 tiene lugar la revolución conocida como La Gloriosa o La Revolución de Septiembre, en la que las tropas del general Serrano se enfrentaron a las tropas de Isabel II. Vencen los primeros y como consecuencia se destrona a Isabel II, que se ve obligada a abandonar España. Esta revolución está propiciada por la burguesía, pero con una connotación muy importante del pueblo llano. La burguesía por primera vez se hace con las riendas del poder. A consecuencia de esto, surge la Constitución del 69, en la que se establece que el poder reside en las Cortes. Es la Constitución más progresista del Siglo XIX, pero no supo mantener el equilibrio político, ya que por ella pasaron tres jefes de estado. Por primera vez se proclaman todos los derechos de los españoles: libertad de opinión, de religión, de cátedra, entre otros. En el 71 se busca a un rey para que ponga fin a este desequilibrio, y se llama al poder a Amadeo de Saboya (italiano). Este hecho a los defensores de los borbones no les fue de su agrado, y por tanto este rey no fue muy bien recibido entre muchos sectores de la población española. En el 73 surge la Primera República, que duró muy poco. A finales del 74 y principios del 75 se llama a representante a un Borbón: Alfonso XII (hijo de Isabel II). Esto es posible gracias a Cánovas del Castillo que juega un papel importantísimo para el convencimiento y realización de este hecho, pero, además, ayuda en gran medida a que se haga posible la restauración de la monarquía, aunque esta vez, constitucional. Alfonso XII reina hasta el año 85, ya que, a partir de esta fecha, la regencia queda en manos de María Cristina de manera provisional hasta que el hijo de Alfonso XII cumpla la mayoría de edad. En 1902 Alfonso XIII alcanza la mayoría de edad, y adopta la figura de rey. Cánovas del Castillo es el impulsor y precursor de conseguir una estabilidad política entre liberales y conservadores consiguiendo pactar entre ellos un intercambio en el gobierno, ya que éste iría alternándose. 

Galdós narra uno de los episodios históricos de España más importantes del siglo XIX, la batalla marítima de Trafalgar. Esta obra está narrada en primera persona por un muchacho al cual el destino le ha llevado a participar en dicha batalla. La novela está ambientada en un periodo muy concreto de la historia, aproximadamente de 1790 al 1805, en el cual el muchacho, Gabriel, nos narra su infancia, su suerte al poder ponerse a cargo de un capitán de marina retirado y finalmente todas las aventuras que le suceden a bordo de la armada española en la batalla de Trafalgar, llevada a cabo el 21 de octubre de 1805, donde se embarca con su amo D. Alonso y su amigo Marcial, el marinero.

Para empezar, me gustaría destacar es que los Episodios Nacionales comienzan narrando la batalla naval de Trafalgar, y que el hecho de comenzar con esta batalla, a pesar de que la historia de España en ese momento estaba plagada de batallas y acontecimientos que más tarde se denominarían como históricos, es indicativo de que Galdós opta por cortar la historia del país en un momento preciso; lo que supone también el establecimiento de un corte en la Historia de España. Un corte en 1805, en el contexto de un conflicto internacional, lo que nos muestra que Galdós intenta evitar aquellas cosas que pudiesen tener tintes imaginarios, rasgo propio del movimiento literario al que perteneció. Sí que podemos llegar a ver estos tintes gracias a la vista subjetiva de la historia contada a partir del personaje principal –a su memoria–, Gabriel, cuya vida, como la del Lazarillo de Tormes, está plagada de picaresca, pero sólo en el aspecto material porque, no llega a ser un verdadero pícaro ya que en el aspecto formal encarna algo muy distinto.

Todos los personajes incluso los reales, aquellos que sí formaron parte de la Historia, participan en esta batalla ya sea del bando español y francés o del inglés. Es aquí cuando los personajes se hayan interactuado que vemos a través de ellos los pensamientos, ideas y opiniones sobre los acontecimientos que se daban en España y, a su vez sus gentes.

En Trafalgar, y en las siguientes nueve novelas que forman la primera serie de los Episodios Nacionales, se nos cuenta a partir de las memorias de Gabriel, imitando la picaresca, la historia de su vida que se entrelaza a su vez, con  parte de la Historia de España. De esta manera, Galdós sitúa su novela en un panorama internacional en el que la sociedad política española se haya a la misma altura que la francesa o la inglesa con las que a lo largo de sus novelas y de la Historia tendrá disputas. Así, ya en las primeras páginas se adelanta al lector, porque cuenta con un público que de alguna manera conoce los hechos, y comenta:

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