“Las emociones como gobernantes del actuar de la naturaleza humana reflejadas en la literatura de Sábato”

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“Las emociones como gobernantes del actuar de la naturaleza humana reflejadas en la literatura de Sábato”

     “Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne” (Sábato, 1948, el túnel pág. 4). Así empieza esta obra literaria que desde el principio pone de manifiesto lo que está sucediendo, hace pensar en la posibilidad de arrepentimiento, vanidad, orgullo o búsqueda de aceptación…

     Juan pablo Castel la representación de Sábato del oscuro lado de la humanidad, la naturaleza salvaje que existe en cada ser humano, pero que a través de los años se ha intentado educar para dejarlo de lado, permaneciendo así mismo, en la sombras, oculto y bajo control en los momentos de interacción y comunicación en la sociedad.

     Se atribuye al científico Einstein haber mencionado que la “locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes” definición que aplica totalmente a la constante búsqueda y necesidad convertidos en obsesión de Castel hacia María Iribarne.

     El componente y carga psicológica de esta obra es realmente impactante, es muy delgada la línea que divide a la cordura de la locura plasmadas en la descripción del personaje principal, van desde una simple afirmación (aquella con la que se inicia el libro) hasta el deseo oculto en el parafraseo de Castel de justificar su comportamiento y las consecuencias de este mismo.

     Lo dicho anteriormente se ve reflejado en desde que empezamos la lectura de ésta obra literaria ya que permite al lector entrar en debate consigo mismo, impulsando lo a pensar si en realidad Castel es un personaje consciente de sus acciones o si su perturbación gobierna sus pensamientos y su actuar llevándolo al punto de cometer un acto tan atroz como es, el asesinato de una persona.

     ¿Será que se puede llegar a comprender, aceptar y justificar tal acción? Y más aun teniendo en cuenta que se trata de la persona de la cual está enamorado.

     La pregunta formulada es de aquellas que solo será contestada por cada ser humano, desde los diferentes puntos de vista que las emociones lo permitan.

     No hay una única respuesta, cada persona es única y es ésta una de las características que hace común a la humanidad; es la capacidad de sentir, razonar y pensar como ya se había mencionado anteriormente. Pero dentro de esta misma cualidad que hace común a la humanidad, se encuentra aquella brecha los separa  y es la manera como son afrontadas las situaciones demostrando si realmente una persona es dueña de sus emociones, o si es ,un ser primitivo que se deja gobernar por los instintos, por una naturaleza salvaje tal y como lo explica Sábato (1948) a través de Castel en su obra “del mismo modo que cuando alguien se está muriendo de hambre acepta cualquier cosa, incondicionalmente, para luego, una vez que lo más urgente ha sido satisfecho, empezar a quejarse de sus defectos e inconvenientes”(pág. 46).

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