Lectura de practica de español

Un equipo de investigación se plantea estudiar si la amígdala tiene alguna función en el aprendizaje emocional:

Es cierto que la amígdala es fundamental en el aprendizaje emocional. Se han realizado numerosos estudios sobre la emoción del miedo como los de Watson, Rayner o Pavlov. Los estímulos sensoriales que causan miedo alcanzan el grupo basolateral de la amígdala, en  concreto los núcleos laterales. Daños en la amígdala impiden tanto la adquisición como la expresión del miedo.

En este ejemplo podríamos utilizar un modelo conductual de condicionamiento clásico con ratas, a las que en primer lugar les condicionaríamos el miedo a una luz roja, ya que a esta luz roja le acompañaría una pequeña descarga (Estímulo incondicionado: descarga, estímulo condicionado: luz). La técnica que emplearíamos sería lesionar la amígdala de una rata utilizando un aparato estereotáxico, para comprobar si continúan expresando la emoción del miedo cuando aparezca esa luz roja. Lo que deberíamos esperar, es que si la amígdala está relacionada con el aprendizaje emocional en un principio la rata con la amígdala lesionada no debería expresar miedo, por lo que esto apoyaría la hipótesis planteada de que la amígdala está implicada en el aprendizaje emocional.

Grupo de niños con dificultades aprendizaje para la lectura, sin retraso mental ni otra discapacidad:

Una de las posibles causas podría ser un trastorno emocional que afecte a su nivel de lectura o una dislexia del desarrollo. En el caso de la dislexia en muchos casos suele tener una causa genética, que les impide reconocer la frecuencia de sonidos que forman una palabra hablada.

Para averiguar si la hipótesis de una posible dislexia en este grupo de niños es acertada, les daremos a leer un texto, observando su velocidad y precisión entre la lectura de palabras y pseudopalabras, para poder saber qué proceso de la identificación de las palabras está afectado. Si un niño comete más errores al leer pseudopalabras puede que este alterada la ruta fonológica, ya que tiene dificultades para decodificar. Si comete los mismos fallos tanto en palabras como en pseudopalabras podría estar afectada la ruta visual. Si se dan las dos circunstancias estaríamos ante una dislexia mixta, que es la más frecuente. Es muy habitual en una dislexia que siempre se cometa el error en una misma estructura silábica.

Para llevar a cabo la prueba necesitaremos una lista de palabras y pseudopalabras, así como una hoja de registro, con el tiempo de lectura y el tipo de errores (omisión, sustitución, vacilaciones…).

A la hora de realizar este tipo de pruebas hay que tener una serie de consideraciones, como por ejemplo, que las palabras utilizadas sean equitativas, y que el niño no parezca cansado o desmotivado.

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