Leyendas De Béquer
Enviado por Balumba • 5 de Enero de 2014 • 2.224 Palabras (9 Páginas) • 278 Visitas
Los ojos verdes
Cuenta la historia de un noble llamado Fernando está de cacería y acierta a un ciervo. Pero el ciervo se escapa herido al fondo del bosque. Entonces el ayudante del noble que se llamaba Íñigo se para. No quiere ir a por el ciervo porque va a la fuente de los Álamos donde vive un espíritu del mal. Pero Fernando dice que le da igual y que no dejará perder la pieza. Así que se va solo a por el ciervo y regresa.
Pasan los días y Fernando estaba muy cambiado. Su sirviente Íñigo le pregunta que le pasa y entonces le cuenta lo que le pasó cuando fue en busca del ciervo. Le describió como era la fuente de agua y que vio unos extraños ojos verdes de mujer. Se obsesionó con ellos y todos los días volvía para ver si la encontraba. Se trataba de un espíritu maligno y el sirviente le dijo que tuviese cuidado pero Fernando se había enamorado de ella. Un día habló con la mujer y le dijo que no importaba que fuera un demonio, entonces la mujer lo llamó por su nombre y lo atrajo hasta el borde de la roca. Parecía que iba a darle un beso pero Fernando cayó al agua y desapareció.
El Monte de las Ánimas
Empieza contando Becquer que se despertó por el sonido de las campanas y empezó a escribir con miedo una leyenda de Soria.
En la noche de Difuntos, Alonso y Beatriz, están de cacería en el monte de las Ánimas con sus padres los condes de Borges y de Alcudiel, y en el camino de vuelta, Alonso cuenta que el monte era de los Templarios y allí tenían su convento, eran monjes y guerreros a la vez y el rey los llamó para que luchasen contra los árabes para defender la ciudad pero eso no sentó bien a los nobles de Castilla que decían que ellos podían hacerlo solos. Al final se enfrentaron y el monte quedó sembrado de cadáveres y fueron devorados por los lobos. Desde entonces corre la leyenda de que en la Noche de Difuntos se escuchan las campanas de la capilla en ruinas sonar y las ánimas salen de sus tumbas.
Ya de vuelta en el castillo Alonso le dice a Beatriz que pronto se separarán y le propone que se regalen algo como recuerdo, Alonso le da una joya y Beatriz le dice que le regalaría su banda azul pero que lo perdió en el monte de las ánimas cuando estaban cazando.
Alonso siente miedo pero es muy valiente y sale de noche hacia el monte en busca de la banda. Beatriz pasó muy mala noche escuchaba muchos ruidos y puertas abriéndose, pasos, respiraciones pero no veía nada, los pasos se acercaban cada vez mas y escondió su cabeza bajo las sábanas hasta que amaneció.
Al día siguiente, Beatriz encuentra su banda ensangrentada y cuando los sirvientes van a decirle que Alonso había muerto devorado por los lobos la encuentran muerta de horror.
Dicen que después de eso un cazador que se perdió en el monte de las ánimas contó antes de morir que vio a las ánimas perseguir a una joven que daba vueltas alrededor de la tumba de Alonso.
Maese Pérez, el organista
La historia ocurrió en Sevilla el día de Nochebuena, cuando se iba a celebrar la misa del Gallo en el convento de Santa Inés. Toda la iglesia estaba llena de gente importante porque maese Pérez era el mejor organista de la ciudad.
Era la hora de empezar la misa y no comenzaba porque maese Pérez se había puesto enfermo. Entonces un hombre se ofreció para tocar él el órgano. El arzobispo aceptó el ofrecimiento, pero de repente, maese Pérez llegó moribundo acompañado de su hija. Él sabía que era la última noche que podría tocar el órgano y quería despedirse de él. Empezó la misa y el órgano sonaba majestuoso y al final de aquella misa Maese murió
Al año siguiente, a la iglesia llegó el organista de San Román, que el año anterior se había ofrecido cuando maese Pérez no llegaba, todos decían que era mal músico, pero cuando empezó a tocar, el órgano sonaba igual que con maese Pérez. La gente estaba maravillada, pero el organista cuando acabó juró que no volvería a tocar ese órgano, y entonces el arzobispo le invitó a que tocara el de la Catedral al año siguiente, y él aceptó.
Al año siguiente, la abadesa del convento de Santa Inés le pidió a la hija de maese Pérez que tocara el órgano en la misa del Gallo. Ella le contestó que tenía mucho miedo porque la noche anterior había visto a su padre tocar el órgano. La abadesa le dijo que eso eran fantasías y que lo olvidara Comenzó la misa se oyó un grito de la hija de maese Pérez, y decía que veía al espíritu de su padre tocar el órgano. Así también se resolvía el misterio del organista de San Román, él no tocó el año anterior sino que fue el espíritu de maese Pérez.
El rayo de luna
Es una leyenda soriana y nos cuenta la vida de un noble llamado Manrique al que le gustaba estar solo y la poesía. Una noche de verano vio como una mujer iba al monasterio de los Templarios, él la siguió e intentó alcanzarla y hablar con ella, pero a pesar de todos sus intentos no lo consiguió. Se obsesiona porque cree que ha encontrado a la mujer de su vida y la busca sin pausa meses y meses. Pasado un tiempo volvió a verla desde su balcón y la volvió a seguir pero mucho más de cerca y así pudo darse cuenta de que lo que veía era un rayo de luna por el medio del bosque, al que le daba voz el viento que chocaba contra los arboles. Esto le provoca una gran tristeza pensando que la vida era un engaño y el amor era un simple rayo de luna. Se encerró en sí mismo y cuando le preguntaban decía que el amor y la gloria era un rayo de Luna.
El Miserere
Esta historia ocurrió en Navarra y empieza contándonos la visita de Bécquer a la abadía de Fitero y que allí se encontró dos o tres cuadernos de música, un miserere. Lee unas frases que no entiende muy bien y le dice a un anciano que se la explique. Entonces el anciano le cuenta la leyenda.
Hace muchos años, una noche lluviosa y oscura apareció en la puerta del convento un romero que decía ser músico. Este pedía algo de comer y un techo para poder refugiarse ya que no tenía a donde ir. El romero les dice que estaba intentando
...