Lineamientos. LA LECTURA ADECUADA

TECNOLÓGICO DE ESTUDIOS SUPERIORES DE CHALCO

INGENIERÍA INDUSTRIAL

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TÍTULO DE LA TAREA

Materia: Fundamentos de Investigación

Docente: María Teresa Vélez Meza

Alumno: Arturo Vargas Fonseca

Ixtapaluca, Estado de México, a 13 de Septiembre del 2012.

LA LECTURA ADECUADA

Para entender los textos que leemos es necesario que tengamos presente la forma en que están constituidos y saber en qué consiste cada una de sus partes. Cualquier texto tiene por lo general una idea principal y varias secundarias. El texto puede ser de un solo párrafo, de varios párrafos, varios capítulos o varios volúmenes. “Un párrafo está compuesto por varias oraciones que hablan de un mismo tema. Sobre ese mismo tema se pueden expresar diversas ideas, algunas de las cuales son más importantes que otras. Las oraciones están compuestas de palabras y las palabras de letras” ^[1].

Cuando requerimos de hacer el resumen de un escrito, la técnica que se deberá utilizar es detectar la idea principal de cada párrafo. Al unir de manera coherente las ideas principales de todos los párrafos de un texto tendremos la esencia del mismo, lo más importan. Si hemos leído el texto con atención, posteriormente al leer en el resumen las ideas principales, nos podremos acordar de las demás ideas del escrito.

Sin embargo, si alguna palabra de una oración nos es desconocida o no sabemos claramente su significado, lo más seguro es que no nos acordemos de las ideas del escrito o al terminar de leer un párrafo o un capítulo no parecerá que no hemos leído nada. Con el fin de entender a fondo lo que un autor quiere comunicar por medio de su escrito, es necesario que comprendamos el significado de todas las palabras que está utilizando.

“Hay autores que utilizan un estilo sencillo, con palabras comunes y corrientes, que pueden ser entendidas casi por todo mundo; pero hay quienes utilizan un estilo más complicado, en el que incluyen palabras técnicas, neologismos, palabras castizas ya casi en desuso o palabras tan elegantes que a veces no conocemos o entendemos”^[2]. Para esos casos, es necesario que contemos con la ayuda del diccionario y que nos acostumbremos a consultar todas las palabras que no conozcamos o que no entendemos.

Por otro lado, es necesario que cuando seamos nosotros los que escribimos, nos pongamos del lado del lector, que tomemos en cuenta que no todas las palabras o tecnicismos que manejamos los conoce quien leerá. Considera que “un trabajo científico necesariamente lo va a leer gente de tu mismo nivel cultural; sin embargo, hay que dar oportunidad a que personas de todos los niveles conozcan aquellas investigaciones serias que tienes capacidad de realizar”^[3]. Al redactar el texto, evita lo mayormente posible aquel estilo complicado y opta por lo sencillo.

Finalmente, ten presente que “leer cotidianamente es un hábito que desgraciadamente no todos tenemos, pero que quien sí lo lleva a cabo no sólo disfruta de historias nuevas inimaginables, sino que está al día de nuevos conocimientos, mejora su agilidad mental, amplía su criterio al conocer otras formas de pensar, se eleva su capacidad analítica, crece su vocabulario, mejora su dicción y su capacidad de expresión, se le facilita la redacción y perfeccionar su sintaxis y su ortografía”^[4].

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