Literatura Latinoamericana
Enviado por guata14 • 20 de Septiembre de 2014 • 3.340 Palabras (14 Páginas) • 390 Visitas
Sabato, en una entrevista con el crítico alemán Günter Lorenz, sostiene que la literatura latinoamericana no es joven, puesto que tiene como antecesora a toda la literatura española, de la cual ha heredado el lenguaje y además ha recibido toda la tradición de la literatura europea en general. Lo realmente nuevo en la literatura es la particular situación latinoamericana.
"En Europa se habla de la literatura latinoamericana, (...) como si se tratara de una literatura joven, recién formada. Debo desmentir este punto de vista. Pertenecemos por decirlo así, al imperio de la lengua castellana, que tiene casi mil años de antigüedad. Somos los últimos herederos de una literatura que tiene sus comienzos con hombres como Cervantes. De modo que ni Borges ni yo, ni ningún otro escritor de Latinoamérica, somos 'jóvenes escritores'. En segundo lugar es cierto que nuestra situación 'excéntrica', periférica de Europa, es una desventaja; pero nos ofrece también una ventaja: en lo que a la Argentina se refiere, por ejemplo, hemos podido recibir toda la tradición de la literatura española, pero al mismo tiempo toda la tradición de las literaturas francesa, alemana, inglesa y rusa. (...) ¿Qué es lo que tiene que decir tal literatura? La situación de Latinoamérica." (I)
Conviven en toda literatura dos fenómenos, aunque opuestos: innovación y conservación; y la literatura latinoamericana no escapa a ello.
"En cada literatura, como en cada lengua, siempre hay innovación y conservación. (...) La literatura latinoamericana no comienza con la liberación política de España de 1810. Comienza en el momento mismo cuando el primer cronista de 'Indias', cuando el primer secretario de los conquistadores, pone su pie en el nuevo territorio americano. Cuando ese hombre escribe las palabras 'cielo', 'tierra', 'hombre' o 'mujer', 'amor' o 'pena', esas palabras ya no son las mismas que en la metrópoli. Porque son palabras que están refiriéndose a otra realidad. (...) El contacto con las viejas civilizaciones indígenas, la transfusión cultural, no solamente con las grandes civilizaciones mejicana o peruana, sino hasta con las pequeñas culturas indígenas de los territorios casi despoblados como el Río de la Plata: ésa, ya es una nueva realidad y, la literatura que siempre está registrando de modo muy sutil las variaciones de la conciencia y de la inconsciencia del hombre, la literatura empieza a ser realmente algo nuevo; (...) El milagro es que esta nueva realidad está expresada en una lengua milenaria, ya elaborada a la perfección por escritores como Cervantes, Góngora y Quevedo. Y, sin embargo, sus palabras van siendo forzadas, deformadas, adecuadas a los cambios a veces imperceptibles, a veces violentos, grandes y bárbaros de una nueva realidad. (...) Y en la hibridez de sus razas, en la asimilación de las poderosas y a veces maravillosas razas indígenas, como los mayas, los aztecas, los incas, los mismos guaraníes y los araucanos, nace esta nueva realidad social y espiritual que llamamos la América Latina. Y esta unificación acontece milagrosamente -milagro del que debemos felicitarnos- mediante la lengua castellana." (I)
Latinoamérica recibió de Europa una herencia que no puede desdeñar, la cultura; pero esa cultura, en estas tierras, mediante la fusión con elementos netamente americanos, adquiere distintos matices, y esto es lo que ocurre con nuestra literatura:
"Nuestra cultura proviene de Europa y no podemos evitarlo. Además, ¿por qué evitarlo? ¿Con qué reemplazar esa preciosa herencia? Lo que hagamos de original se hará con esa herencia o no haremos nada en absoluto. No recuerdo quién le decía a Gide que no leía nada para no perder su originalidad. Si uno ha nacido para decir cosas novedosas no va a perder esa facultad leyendo libros o mamando en otras culturas, y si no ha nacido para eso, tampoco perderá nada leyendo esos libros ajenos. Además, esto es nuevo, vivimos en un continente distinto y fuerte, y todo se desarrolla con un sentido diferente aunque los materiales básicos vengan de allá." (C)
Dicho de otro modo, en la conversación entre Sabato y Lorenz, la literatura latinoamericana tiene un 'carácter mestizo'. Pues recibe la herencia de dos culturas milenarias:
"La literatura, y en esto coincidimos, es la expresión más sutil de la realidad. Ayer, usted lo formuló de modo excelente en su conferencia, y habló también del 'carácter mestizo'. Fue magnífica la imagen que usted usó, la imagen de los dos ríos que fluyen juntos. Se lo aplaudió porque usted llamó a esta literatura 'literatura del futuro' (...) En la literatura, en toda 1a latinoamericana, confluyen en verdad dos poderosas corrientes milenarias. ¿Me permito que utilice su comparación? Por un lado está nuestra herencia española, que tiene a su vez la herencia árabe, la griega, la herencia de los romanos y aún un poco más. Y, la otra corriente que en algunos países fluye con mayor fuerza que en otros, es la corriente indígena, la herencia de la América precolombina." (I)
Dentro de la literatura latinoamericana lógicamente existen diferencias; por ejemplo un tipo de literatura va en la línea del realismo mágico, otro tipo va en la línea del psicoanálisis.
LORENZ: "Sería interesante, naturalmente, saber ahora en qué consisten las diferencias latinoamericanas. ¿Podría tal vez provocarlo con una teoría un tanto osada? Sí nosotros clasificamos a Asturias, Rulfo y los otros por ejemplo, en el realismo mágico, ¿no se podría entonces decir que el rol del realismo mágico, ese contenido indígena, es asumido en la literatura argentina por una forma de psicología especial, que llega a ser incluso una especie de 'psicoanálisis' cuando se analizan sus libros o los de Cortázar y otros...?.
SABATO: Si nos podemos poner de acuerdo sobre la palabra 'psicoanálisis', Lorenz, creo que tiene usted razón, pero también creo lo siguiente: en autores como Rulfo o Asturias el centro de gravedad de sus obras está colocado en realidades indígenas y rurales. En los libros de escritores de Buenos Aires -porque tanto Borges como Cortázar y yo mismo, somos escritores bonaerenses- el centro de gravedad está en el hombre de la ciudad. (...) los problemas centrales aquí son eminentemente psicológicos: soledad, miedo a la existencia, caos, neurosis. Es natural entonces que en nuestras novelas y cuentos, el problema psicológico, y hasta el psicopatológico, estén en primer término. (...) Creo que nuestro interés se dirige preferentemente al problema metafísico del hombre. Más allá de la soledad, de examinar los problemas
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