Literatura
Enviado por BelenParra • 3 de Noviembre de 2013 • 530 Palabras (3 Páginas) • 238 Visitas
POESÍA E IDENTIDAD*
Por José Luis Ramos Salinas
Dime quién eres y te diré con quién andas
INTRODUCCIÓN
No voy a tratar en esta ponencia acerca de la identidad de la poesía arequipeña, o de lo arequipeño en la poesía que se escribe por aquí. Tampoco voy a poner mis esfuerzos en la búsqueda de lo peruano –más si yo no creo que el Perú exista, salvo como realidad geográfica, y aún así tengo mis dudas- ni en la pesquisa de aquello que constituye la identidad de la poesía peruana, pues si suponemos la inexistencia del Perú, no puede aceptarse tampoco algo así como la poesía peruana, ni siquiera la identidad peruana.
Además, se me ha invitado aquí, no como poeta en ciernes, sino como sociólogo; y por tanto obviaré el asunto del colonialismo supérstite y la aparición de la literatura peruana con Mariano Melgar y su yaraví, según el famoso ensayo de José Carlos Mariátegui. De igual modo, no prestaré atención a nuestro primer momento cosmopolita con Manuel Gonzales Prada; ni a la cholitud de Vallejo, ni a la importante influencia anglosajona que se dio por estas tierras, pasada la primera mitad del siglo XX. Obviaré también el asunto de las vanguardias occidentales y su contraparte: el modernismo de Darío. Y no plantearé la identidad como una suerte de construcción de la tradición literaria y poética en contrapunto con la búsqueda de la originalidad. Debo pedir disculpas, entonces, por tanta omisión.
Si se acepta el término, lo que aquí motiva mis reflexiones, son las macro identidades: la premoderna, la moderna y la posmoderna; y desde otra arista: la identidad occidental y las identidades no occidentales; para terminar reflexionado acerca de cómo las nuevas tecnologías complican todo este asunto. El enfoque sociológico, como es evidente, se impone; pero he intentado acercarme cuanto he podido a la poesía, pues el tema es “Poesía e Identidad”, y siempre es bueno hablar de lo que se nos ha pedido que hablemos.
LA IDENTIDAD PREMODERNA
Dime si andas con Dios y te diré quién eres
Todo era más sencillo en la premodernidad, cuando nuestra identidad estaba resuelta por la certeza de que éramos creación divina y que por tanto nos explicábamos (pasado, presente y futuro) en Dios y sus designios. Se trataba de una identidad que no estaba muy dentro de nosotros, sino más bien afuera, y por lo tanto carecía de problemática que resolver; de cuestiones sobre las que preguntarse. “Ser o no ser” no era nuestro dilema, sino el de Dios que tenía razones que no se podían criticar, y a menudo, incomprensibles para los mortales que debían aceparlas con resignación e irracionalidad haciendo uso de eso que llaman fe.
El Renacimiento se plantea nuevas preguntas, desde que hace un redescubrimiento de la dimensión humana, pero no se aleja del todo de la religiosidad.
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