Llore

Me levanté el 26 de Mayo del 2013, un poco nerviosa porque ese día, el equipo del cual dependía mi estado de ánimo, se jugaba la final del fútbol mexicano con una desventaja de un gol.

Comenzó mi martirio, y en el minuto 11 expulsan equivocadamente a un Águila, unos minutos después, nos metieron el 2do gol, mi ánimo estaba por los suelos, pero me resignaba a pensar que tan temprano nos arrebataran la copa, sin poder luchar.

En el minuto 25 con 22 segundos todo cambió, entró un joven que el Azteca ignoró en ese momento, no sabía porqué, lo había visto pero muy poco, sin embargo, confiaba en él, el simple hecho de estar en el mejor equipo de México, decía que era un excelente jugador.

Vino el primero gol al minuto 88, me reanimaba tanto, confiaba tanto. Poco después llego el empate, el Azteca retumbó, así pasó el tiempo de compensación hasta que llegaron los penales, los primero 2 de ellos, los fallaron, el 3ero y 4 por desgracia no, los primero 3 de nosotros, entraron, pero venia al gol decisivo, el gol que nos haría campeones, que nos mostraría que “la esperanza muere al último” pero ¿quién lo iba a tirar? ¿Quién tenía el privilegio de hacernos campeones?, era la pregunta más común de todos, y ahí te vimos, el joven más cuestionado de Club América, el que nadie le dio la oportunidad de demostrar lo que tenía, pero ahí estaba, decidido, mostrándose fuerte, queriendo enseñar el porqué estaba ahí. Todo el Azteca comenzó a corear “Layún, Layún”.

Tiró muy fuerte hacia la izquierda, Corona no pudo detenerlo, y el Azteca estalló, ese joven conocido por “Todo Es Culpa De Layún” era el héroe, era ejemplo, en ese momento todo cambió, TODO.

Ese fue el momento exacto en que ya nada era su culpa, pero no todo acabó ahí, no se quiso conformar con eso, creció tanto, que se volvió titular, esa mentalidad tan grande, ese espíritu de querer superarse, de grandeza.

Comenzó el joven que ya no se rendiría, que a pesar de todo, estaría ahí, sintiendo lo colores, demostrando que TODO se puede en esta vida. Alentándonos, matándose por ese Club, por esa afición que tanto lo rechazó, sin rencor…Creciste tanto, que fuiste titular en el mundial, de los mejores laterales izquierdos, llegaste a ser el capitán de América, te ganaste a todos, hasta lo que no eran de la afición, pero también su odio, porque el mejor jugador, no estaba en su equipo.

El 14 de Diciembre te vimos, ese gran joven levantó su copa, esa copa que se merecía tanto, porque llevó excelente ese equipo, lo mantuvo en calma e ilusionado.

Sin embargo, esta carta está hecha por que te vas, porque dejas a este equipo que tanto te ama, pero llegas a otro donde triunfarás, donde pondrás el nombre de México en alto, donde serás el mejor.

Sólo quiero agradecerte por todo, por

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