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ACTIVIDAD 5

FELIPE GARRIDO

EL BUEN LECTOR

SE HACE, NO NACE

EPÍLOGO

COMO APRENDÍ A LEER

Los adolescentes como seres que se están formando su identidad, son influenciados por distintos factores. En el caso de las prácticas de la lectura y escritura, los adolescentes se ven atraídos hacia temas que tratan sus preferencias, inquietudes y edades, como son: revistas de moda, autos, música, o libros motivacionales de autores que utilizan un lenguaje coloquial pero que llegan a tocar fibras de los jóvenes y lo invitan a seguirse adentrando en la lectura, con temas que son del propio interés del lector.

En el caso de la familia, los adolescentes tendrán influencia dependiendo del nivel social de sus miembros, en familias con padres donde alguno tiene una formación profesional hay más posibilidades de que existan libros en su medio y que tengan la posibilidad de lectura.

En cuanto al ambiente cultural en específico la escuela, la forma de abordar y presentar oportunidad de la lectura tendrán un impacto positivo o negativo de la misma, logrando con el que el adolescente se adentre a la lectura.

Se puede decir que las principales influencias que intervienen en los hábitos de lectura en los adolescentes son: Ambiente, cultura, familia, amigos, nivel académico de los padres, mala elección de temas para lectura en clase.

Otro punto principal que nos menciona el programa es la influencia que tiene la familia en las prácticas lectoras en los estudiantes de secundaria, no menciona la lectura que influye el nivel académico, a mayor nivel, hay mayor posibilidad de que los jóvenes se interesen por la lectura debido a que puedan contar libros en sus hogares. Así mismo las expectativas y retroalimentación que reciban de sus padres y familiares puedan motivar a los alumnos que continúen este proceso.

Por último puedo mencionar que es importante para nosotros los normalistas identificar y comprender la influencia de diversos factores en la práctica de lecturas y escritura de los adolescentes, porque así identificaremos de qué manera motivar a los adolescentes, escoger estrategias y orientar a su práctica. Para ello deben comprender que la práctica del habla y la escritura no son ajenos a la lectura. Además, de que el docente normalista debe desarrollarse como una lector para después desarrollar alumnos lectores, hay que recordar que si uno no lee como se pretende enseñar a nuestros jóvenes a leer.

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