Lo Publico

Introducción:

La mención de “lo público” es, hoy en día una tendencia, sirve en la actualidad a múltiples intereses y aunque en muchos casos, el nombrar lo público tiene un objetivo claro y busca la reivindicación por ejemplo de derechos, el respeto y consideración del espacio , la expresión de la voluntad e interés del pueblo o la demarcación del límite de las relaciones y la vida moral; el fenómeno de “lo público” merece una revisión clara, ya que este no tiene una conceptualización definida a causa de la aparente necesidad que tiene, de contextos que lo definan y del sometimiento del mismo a dominios de saber que impiden el desarrollo claro de los interrogantes que lo rodean. Es necesario entonces, generar un cambio de percepción en lo público, que responda tanto a las transformaciones de la sociedad como a la necesidad de concernir en él, categorías y sistemas imperativos que no se pierdan en el concepto (anteponiéndose unas con otras) , si no que por el contrario lo definan y estructuren aunque sean múltiples y diversas.

Se debe asumir la necesidad de una transformación en el entendimiento de lo público, ya que este, desde una óptica estatal, que es aquella que se impone constantemente, hasta el punto de generalizar la percepción de lo público como el escenario y el espacio en el que emergen las necesidades comunes (bienes públicos, espacios, instituciones, jurisdicciones) a ser satisfechas por el aparato burocrático que garantiza un orden y obediencia; no articula la diversidad, la exclusión, la opinión y la voluntad del público, negando la existencia de problemas que no se solucionan a través de la tecnocracia propia de los procedimientos estatales; en este sentido el fenómeno de lo público debe ampliarse y evaluarse, procurando responder a un saber académico y no burocrático, ya que a través de este academicismo se lograrían entender los problemas que representa lo publico en el siglo XXI, tales como: el tratamiento y el juicio ante la diversidad cultural; el problema que surge ante que el público que sin haber participado en las decisiones se ve afectado ante las mismas; y la cuestión de la configuración de las relaciones y la sociedad como un propósito público.

En cuanto a la estructuración de categorías, sistemas y elementos de lo público, se entiende que lo público ha tenido y tendrá muchos sentidos nada homogéneos que a su vez lo problematizan, en consecuencia esta nueva emergencia de un cambio de percepción merece estar dirigido no solo a las dimensiones como: autoridad pública, publicidad, opinión pública, servició público, o bien público; que a su vez son enmarcadas como único objeto de lo público a causa del “sometimiento del saber estatal hacia lo público, negando la existencia de elementos como la identidad, la pluralidad, la acción, la exclusión, la civilidad (los valores), lo visible y lo innombrable (espacio) que

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