Los Actos Lingüísticos Básicos
Enviado por salazarpp • 4 de Junio de 2020 • Síntesis • 4.911 Palabras (20 Páginas) • 193 Visitas
TEMA 3
Los Actos Lingüísticos Básicos
La concepción tradicional sobre el lenguaje sostiene que la función principal de este es describir la realidad. Frases como “el martes llovió durante todo el día” o “esta mesa es de madera” se entienden normalmente como descripciones de situaciones que sucedieron en el pasado (el martes) o de propiedades de los objetos mencionados (la mesa). Cuando se trata de frases como “lo siento” o “muchísimas gracias” son tomadas como descripciones de los sentimientos de una persona en determinado momento. En estos casos, nuestro sentido común da por sentado que el lenguaje solamente sirve para describir la realidad, ya que la misma existe antes que el lenguaje y este solo sirve para dar cuenta de lo existente. Esta concepción asume que el lenguaje tiene un papel pasivo y que siempre llega tarde, luego que ya la realidad se ha establecido. Esta interpretación es tan antigua (pertenece a los antiguos griegos) y nuestro sentido común la ha aceptado a tal punto que olvida que solo es una interpretación y se asume por tanto que es una verdad irrefutable de lo que es el lenguaje.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, gracias a las aportaciones del filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein, surge una nueva rama de la filosofía dedicada al lenguaje, la cual sostiene como base fundamental el hecho de que cuando el ser humano habla no solo da cuenta de lo que sucede, sino que también actúa. El lenguaje es acción. Por ejemplo, cuando se dice “gracias” no solo se está describiendo a un sentimiento sino que también se está ejecutando una acción (agradecer). Coincidiendo con este hecho, el filósofo Británico J.L Austin hablo de la naturaleza ejecutante del lenguaje, haciendo consciencia de que al describir un hecho, estamos haciendo una descripción y por lo tanto estamos actuando.
Por su parte, el norteamericano John Searle, aporto una visión sobre las acciones que se ejecutan a través del lenguaje. Sostuvo que sin importar el idioma, el ser humano ejecuta un número determinado y especifico de acciones cuando habla. A estas acciones, desde el punto de vista de la Ontología del Lenguaje se les conoce como Actos Lingüísticos, los cuales son una interpretación particular de la aportación de Searle.
LOS ACTOS LINGUISTICOS
Afirmaciones y Declaraciones:
Si observamos el habla como acción, se establece un vínculo entre dos elementos fundamentales: por un lado, la palabra y por otro el mundo. Aparece entonces una interrogante muy importante:
Cuando se habla, ¿Cuál se adecua a cuál?
¿Se adecua la palabra al mundo o el mundo a la palabra?
Cuando ocurre el primer caso (la palabra adecuándose al mundo), estamos en presencia de una Afirmación. Cuando ocurre el segundo caso (el mundo adecuándose a la palabra), se considera una Declaración.
Las Afirmaciones corresponden al tipo de acto lingüístico que normalmente se llama descripciones. En efecto, ellas parecen descripciones, sin embargo se tratan de proposiciones acerca de las observaciones particulares. Esta aclaración es importante, ya que las afirmaciones no describen las cosas como son, sino desde el punto de vista de quien las observa. Dado que los seres humanos comparten, por un lado, una estructura biológica común (salvo ciertos casos) y, por otro lado, una tradición de distinciones común dentro de la sociedad donde se desenvuelven, es posible que las observaciones sobre algún hecho u objeto sean compartidas.
Los seres humanos observan según las distinciones que poseen. Una distinción es el hecho de individualizar algo del conjunto de las experiencias. Es identificar características particulares de algo entre muchas otras cosas. Las afirmaciones se hacen siempre dentro de un «espacio de distinciones» ya establecido.
Dado que existen distinciones que pueden ser compartidas dentro de un mismo entorno social, se tiene la tentación de considerar esas distinciones como la verdad absoluta, y no como lo que realmente son: un conjunto de observaciones compartidas por una grupo de individuos. Basados en esta capacidad común de observación, los seres humanos pueden distinguir entre afirmaciones verdaderas, falsas o indecisas. Una afirmación se considera como verdadera cuando se puede proporcionar evidencia o un testigo que, por estar en el mismo lugar y poseer distinciones similares, puede coincidir en nuestras observaciones. Por ejemplo, Al decir «Hizo sol el martes pasado en Maturín», llamaremos verdadera a esta afirmación si podemos demostrar que alguien, con quien tenemos distinciones comunes, habiendo estado allí el martes pasado, compartió lo que observamos.
Resulta importante aclarar que cuando se habla de una afirmación verdadera es porque las observaciones que llevan a esta son compartidas dentro de un entorno social y son consideradas como válidas para las personas involucradas.
Una afirmación falsa, por el contrario, es la proposición sujeta a confirmación pero que no se pueda proporcionar evidencia o que cualquier sujeto, que hubiese estado presente en ese momento, podría refutar.
Una afirmación se considera indecisa cuando su confirmación depende de la ocurrencia de un evento en el futuro. Si, por ejemplo, alguien dice: “va a llover mañana”, es una afirmación sujeta a confirmación, sin embargo se debe esperar a “mañana” para validar la veracidad de la afirmación.
El lenguaje no es inocente. Cuando realizamos un acto lingüístico adquirimos un compromiso y debemos aceptar la responsabilidad social de lo que decimos. Por lo tanto, cuando afirmamos algo, nos comprometemos a proporcionar la evidencia o un testigo que corrobore nuestras observaciones.
Las Declaraciones comprenden un acto lingüístico muy distinto de las afirmaciones. Cuando se hacen declaraciones no se habla acerca del mundo, sino que se genera un nuevo mundo a partir de lo que se ha dicho. Después que se ha dicho lo que se dijo, el mundo para a ser diferente al de antes; es transformado por el poder de la palabra.
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