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Los Amigos


Enviado por   •  6 de Septiembre de 2013  •  Ensayo  •  1.777 Palabras (8 Páginas)  •  231 Visitas

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LOS AMIGOS

En el tabaco, en el café, en el vino,

al borde de la noche se levantan

como esas voces que a lo lejos cantan

sin que se sepa qué, por el camino.

Livianamente hermanos del destino,

dióscuros, sombras pálidas, me espantan

las moscas de los hábitos, me aguantan

que siga a flote entre tanto remolino.

Los muertos hablan más pero al oído,

y los vivos son mano tibia y techo,

suma de lo ganado y lo perdido.

Así un día en la barca de la sombra,

de tanta ausencia abrigará mi pecho

esta antigua ternura que los nombra.

EL ENCUBRIDOR

Ese que sale de su país porque tiene miedo,

no sabe de que,

miedo del queso con ratón,

de la cuerda entre los locos,

de la espuma en la sopa.

Entonces quiere cambiarse como una figurita,

el pelo que antes se alambraba

con gomina y espejo lo suelta en jopo,

se abre la camisa, muda de costumbres,

de vino, de idioma.

Se da cuenta, infeliz, que va tirando mejor,

y duerme a pata ancha.

Hasta de estilo cambia,

y tiene amigos que no saben su historia provinciana,

ridícula y casera.

A ratos se pregunta como pudo esperar

todo ese tiempo

para salirse del río sin orillas,

de los cuellos garrote,

de los domingos, lunes, martes, miércoles y jueves.

A fojas uno, si, pero cuidado:

un mismo espejo es todos los espejos,

y el pasaporte dice que naciste y que eres

y cutis color blanco, nariz de dorso recto,

Buenos Aires, septiembre.

Aparte que no olvida,

porque es arte de pocos,

lo que quiso,

esa sopa de estrellas y letras que infatigable comerá

en numerosas mesas de variados hoteles,

la misma sopa, pobre tipo,

hasta que el pescadito intercostal

se plante y diga basta.

Antes, después

como los juegos al llanto

como la sombra a la columna

el perfume dibuja el jazmín

el amante precede al amor

como la caricia a la mano

el amor sobrevive al amante

pero inevitablemente

aunque no haya huella ni presagio

aunque no haya huella ni presagio

como la caricia a la mano

el perfume dibuja el jazmín

el amante precede el amor

pero inevitablemente

el amor sobrevive al amante

como los juegos al llanto

como la sombra a la columna

como la caricia a la mano

aunque no haya huella ni presagio

el amante precede al amor

el perfume dibuja el jazmín

como los juegos al llanto

como la sombra a la columna

el amor sobrevive al amante

pero inevitablemente

OBJETOS PERDIDOS

Por veredas de sueño y habitaciones sordas

tus rendidos veranos me aceleran con sus cantos

Una cifra vigilante y sigilosa

va por los arrabales llamándome y llamándome

pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta

donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo

si la cifra se mezcla con las letras del sueño,

si solamente estás donde ya no te busco.

Mendoza, Argentina 1944

La mufa

Vos ves la Cruz del Sur,

respirás el verano con su olor a duraznos,

y caminás de noche

mi pequeño fantasma silencioso

por ese Buenos Aires,

por ese siempre mismo Buenos Aires.

Quizá la más querida

Me diste la intemperie,

la leve sombra de tu mano

pasando por mi cara.

Me diste el frío, la distancia,

el amargo café de medianoche

entre mesas vacías.

Siempre empezó a llover

en la mitad de la película,

la flor que te llevé tenía

una araña esperando entre los pétalos.

Creo que lo sabías

y que favoreciste la desgracia.

Siempre olvidé el paraguas

antes de ir a buscarte,

el restaurante estaba lleno

y voceaban la guerra en las esquinas.

Fui una letra de tango

para tu indiferente melodía.

Una carta de amor

Todo lo que de vos quisiera

es tan poco en el fondo

porque en el fondo es todo

como un perro que pasa, una colina,

esas cosas de nada, cotidianas,

espiga y cabellera y dos terrones,

el olor de tu cuerpo,

lo que decís de cualquier cosa,

conmigo o contra mía,

todo eso es tan poco

yo lo quiero de vos porque te quiero.

Que mires más allá de mí,

que me ames con violenta prescindencia

del mañana, que el grito

de tu entrega se estrelle

en la cara de un jefe de oficina,

y que el placer que juntos inventamos

sea otro signo de la libertad.

BOLERO

Qué vanidad imaginar

que puedo darte todo, el amor y la dicha,

itinerarios, música, juguetes.

Es cierto que es así:

todo lo mío te lo doy, es cierto,

pero todo lo mío no te basta

como a mí no me basta que me des

todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca

la pareja perfecta, la tarjeta postal,

si no somos capaces de aceptar

que sólo en la aritmética

el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito

que solamente dice:

Siempre fuiste mi espejo,

quiero decir que para verme tenía que mirarte.

Y este fragmento:

La lenta máquina del desamor

los engranajes del reflujo

los cuerpos que abandonan las almohadas

las sábanas los besos

y de pie ante el espejo interrogándose

cada uno a sí mismo

ya no mirándose entre ellos

ya no desnudos para el otro

ya no te amo,

mi amor.

NOCTURNO

Tengo esta noche las manos negras, el corazón sudado

como después de luchar hasta el olvido con los ciempiés del humo.

Todo ha quedado allá, las botellas, el barco,

no sé si me querían, y si esperaban verme.

En el diario tirado sobre la cama dice encuentros diplomáticos,

una sangría exploratoria lo batió alegremente en cuatro sets.

Un bosque altísimo rodea esta casa en el centro de

...

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