“MARÍA Y EL HOYO DE LOS TESOROS”
Enviado por xXlufer123Xx • 1 de Octubre de 2019 • Trabajo • 1.092 Palabras (5 Páginas) • 143 Visitas
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INSTITUCIÓN EDUCATIVA
“MIGUEL GONZALEZ CHAVEZ”
NOMBRES: JEINER JOEL
APELLIDOS: CHILON CHILON
CUENTO:
“MARÍA Y EL HOYO DE LOS TESOROS”
GRANJA PORCON – CAJAMARCA
2018
MARÍA Y EL HOYO DE TESOROS
En una comunidad alejada de la ciudad vivía María una humilde campesina. Era una muchacha muy hermosa, tenía ojos negros, su cabello era largo, lacio y negro, su rostro, su rostro irradiaba felicidad mucha felicidad.
Pero María vivía sola en una casita de maderas con techo de ichu, no sabía quiénes eran sus padres y cada mañana al despertar y al acostarse por las noches ella se preguntaba:
¿En dónde estarán mis padres?
Cuando ella preguntaba sobre sus padres a las personas que vivían cerca de ella.
Unos decían:
- Tus padres murieron días después de que tú naciste.
Otros le respondían:
- Una mañana tus padres fueron a traer leña pero nunca regresaron.
Ella no sabía que fue lo que en realidad les ocurrió a sus padres, solamente se sentaba sobre un tronco de árbol cortado y sus lágrimas corrían lentamente por sus suaves mejillas dejando huellas de dolor, pena y tristeza.
Así pasaban los días, los meses, María se sentía sola a pesar de que tenía unos cuantos amigos, pero le hacía falta el amor de sus padres.
Una madrugada María se levantó para que vaya a pastar sus ovejas, esa mañana en especial hacía mucho frio que se sentía como si le picaran cientos de serpientes con veneno mortal; el trinar de las aves se oía como el llanto de los dolientes en un velorio y las plantas muertas por el frio mostraban un aspecto desagradable. La luna aún no se marchaba así que María camino, camino y camino llevando sus ovejas hasta que llego a pocos metros de un rio llamado Rumichaca, donde ato las sogas de sus ovejas en plantas de ichu y en plantas de moras, una vez que termino se sentó y se puso a hilar su lana.
De repente escucho una voz entre la corriente del agua y aunque era la primera vez que escuchaba esa voz en el fondo de su corazón le decía que era la voz de su padre y le decía:
¡María, María, hijita vete de este río! – Ahí María confirmo que era su padre el que le estaba hablando con una voz apagada, una voz que parecía estar muerta.
Pero María quiso escuchar con más claridad y se acercó más a la corriente, de pronto el agua empezó a correr con mayor rapidez hasta que de un momento a otro se tranquilizó, empezaron a salir burbujas junto con ellas unas chicas de incomparable belleza, algunas tenían cabellos rubios, pelirrojos y azules, piel blanca y otras blancas, ojos marrones, azules y verdes, con brazaletes de perlas y oro, cada una llevaba puesta solamente una fina capa de seda; todas daban vueltas y cantaban melodías hermosas las cuales parecían atraer poco a poco a María hacia el agua. De pronto ella sin darse cuenta estaba en el agua y sin poder reaccionar se hundió.
Todos bajaron hasta lo más profundo hasta llegar a un paisaje hermoso, donde había lagunas con peces coloridos, praderas con animales y aves que en la superficie no existen, los arboles daban frutos grandes y exquisitos y las flores eran lindas y tenían un aroma incomparable era un paisaje de envidiable hermosura.
Todo era hermoso, pero a María no le interesaba eso ella solo quería volver a escuchar la voz de su padre entonces empezó a recorrer una parte del paisaje y volvió a escuchar la voz.
¡María sal de este lugar!
...