Magestuosidad o surrealismo

MAGESTUOSIDAD O SURREALISMO

¿Qué es lo que hace que nuestra mente entre en debate de lo bueno y lo malo, de lo correcto y de lo incorrecto, de lo adherible, de lo soluble,  de lo aceptable y felizmente duradero de la vida? O ¿Quién nos dice que es real de lo que no? Puede ser, que sea una realidad donde se busca la supremacía y el poder del ser, como talvez puede ser solo una realidad abstracta concebida por nuestro pensamiento, una fractura mental entre el quien soy y a donde voy. ¿Podría nuestro cerebro luchar contra sí mismo y definir en lo sustancial de su existencia la verdad iridiscente de sí mismo?

A menudo creamos una imagen perfecta de las cosas y nos olvidamos del lado real de las mismas, cuando esta imagen que nos hemos creado no llega… nos limitamos a echar la culpa a terceras personas o causas, en lugar de aceptar nuestra incapacidad de tomar decisiones o percibir las cosas, perdiendo así nuestras ilusiones sobre dicho tema, se vuelven hostigantes, y hacen ruido dentro de nosotros.

Se nos enseña que debemos hacer solo lo bueno, que debemos seguir las pautas establecidas por la sociedad y que si no cumplimos con ellas el mundo se desmorona y aquí es donde entra el karma, el yin y yang, etc. que tan solo nos convierten en seres con miedo, frívolos con falta de aceptación. Analicemos esta palabra, aceptación… pienso que la falta de este elemento es la causante de creernos superiores a otras especies, incluso de nuestros semejantes, pero, ¿Qué nos hace pensar que somos autosuficientes?, ¿Por qué decimos que las mujeres son mejores que los hombres? O viceversa, ¿Por qué clasificamos el amor solo para personas de diferente sexo que conforman una pareja o el amor de padres a hijos?, ¿acaso no existe la capacidad de amar entre personas del mismo género como pareja?, otra cuestión, ¿sabemos a dónde vamos? O ¿existe una fuerza exponencialmente inevitable que nos obliga a seguir sus caminos preestablecidos?, siendo de esta manera, ¿Por qué nos esforzamos en tomar decisiones sabiendo que estas serán eludibles de cualquier modo?, ¿ciencia, filosofía o dios?, ¿Cuál es el motivo de la vida?, ¿deberíamos vivir solos o acompañados?, ¿debemos ser aceptados o aceptar lo demás?

Como seres biopsicosociales considero que siempre buscamos la aceptación de alguien más y aunque esto suene confuso, buscamos su aceptación cuando aceptamos sus creencias, es decir, aceptamos que nos digan que ver a dos personas del mismo género juntas como pareja es malo, aceptamos que solo debemos y podemos reconocer los triunfos de personas que tienen un título educativo profesional, aceptamos, aceptamos la idea de que si alguien nos quiere se quedara con nosotros siempre y también aceptamos que si no conseguimos respuestas afirmativas de nuestra familia u otras personas todo estará mal. Las madres enseñan a sus hijos que deben reprimir sus sentimientos, que tienen estrictamente prohibido llorar.

El psicodramaturgo Jorge Bucay menciona que como seres existenciales debemos responder de tres preguntas básicas para mantener el equilibrio de la vida: ¿Quién soy?, ¿A dónde voy? Y ¿con quién voy? Él dice “vivimos preguntándole a otros, quienes somos, si estamos bien  vestidos, si nos sienta bien tal color, si nos queda bien aquel peinado, si estuvo bien aquello que dijimos, si fue apropiado aquello que callamos, estamos demasiado acostumbrados a cederles nuestros ojos a lo demás para que los demás nos miren y nos digan cual es nuestro propio criterio, como si fuéramos niños… no se nace persona, se nace ser humano y al poco de nacer ser humano se conquista un espacio único e irrepetible, se ha vuelto un individuo, pero ser un individuo no es todavía ser una persona porque ser una persona implica ser capaz de concederse por lo menos 5 libertades… el permiso de estar y ser quien soy, el permiso de sentir lo que siento, el permiso de pensar lo que pienso y el derecho de decirlo si quiero o de callármelo si así me conviene, el permiso de correr los riesgos que yo quiero correr con la condición de aceptar pagar los precios de esos riesgos, el permiso de buscar lo que yo creo que necesito del mundo… ser persona es darme a mí mismo la libertad de ser este que soy”.

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