Mariano Melgar Ensayo
Enviado por pimisebas21 • 26 de Abril de 2015 • 2.319 Palabras (10 Páginas) • 423 Visitas
MARIANO MELGAR: UN EJEMPLO DE VIDA
Mariano Melgar, prócer y literario que ayudo a la causa patriota de la guerra por nuestra independencia.
Son pocos los datos precisos que se tienen de los primeros años de Mariano Melgar. Hijo como se ve de familia modesta, retoño que no era el primogénito ni iba tampoco a ser el último de la nutrida prole que, en sus dos matrimonios, hizo venir al mundo y veía crecer don Juan de Dios, es natural pensar que su vida infantil se desarrolló sencillamente, sin relieve especial y sin circunstancias que no fueran comunes. Paseos por el campo, nacimiento de hermanos, asistencia frecuente a las iglesias y las procesiones, primeras enseñanzas en la escuela severa e irremplazable del hogar, sus días se han de haber deslizado entonces como los de casi todos los niños de iguales condiciones de Arequipa.
Mariano Melgar es tal vez en más grande poeta arequipeño que haya tenido nuestra ciudad, y por supuesto uno de los mejores en todo Perú, es un motivo de ejemplo, de orgullo, a laboriosidad, sacrificio, que reúne sentimientos y virtudes de su pueblo arequipeño: romanticismo, valor moral, gran voluntad, mente lúcida, gran amor por el terruño, profundo patriotismo, rebeldía y culto por la Libertad.
Mariano Melgar Valdivieso cual fue su nombre real nace en Arequipa el 10 de agosto de 1790. Sus padres don Juan de Dios Melgar y doña Andrea de Valdivieso, quienes tuvieron una situación económica bastante cómoda para aquel entonces.
Cual niño pequeño con tan tres años sabía leer correctamente, conocía y dominaba perfectamente el latín, a los ocho y a los doce hablaba perfectamente el inglés y el italiano. En una etapa más adolescente empieza a dibujar y deja volar su imaginación descubriendo sus grandes dotes artísticas para los paisajes de nuestra ciudad.
El medio ambiente en el que se encontraba lo orientó hacia los estudios religiosos y teológicos. Realizó sus estudios en el Seminario de "San Gerónimo", de Arequipa. Vistió el hábito de clérigo y nunca dejaría de ser religioso y cristiano.
Su versión humanística y su dominio del latín lo obligaron a hacer traducciones de Virgilio y Ovidio. Recibió la tonsura de manos del venerable Obispo Pedro Chavéz de la Rosa.
La construcción de una iglesia en su ciudad natal, le da ocasión para dejar a la posteridad perennizado un aspecto de su poderoso espíritu constructivo y una prueba de su amor a Dios y de su cristianismo. Dirige a un oficial de albañilería y levanta la cúpula de la iglesia de San Camilo que desafía a la acción de los años como la misma gloria de quien puso sus manos de elección en esa obra pía.
Cuando Mariano tenía 16 años conoce a María Santos Corrales, la "Silvia" de sus amores, una bella niña de nueve años, que inspirará las más grandiosas notas de su lira.
En sus elegías, en sus sonetos, en su Carta a Silvia, en sus yaravíes, transborda la encendida pasión, el dolor de amar, el deseo infinito de confundirse con el ser amado, la nostalgia de horas de ventura que pasaron, la desesperación y la esperanza, el afecto y el ansia del olvido, el reproche por las falsas promesas, la decepción y la plenitud de amar a través de la vida y a través de la muerte; siendo, además, el amor de Silvia una forma de su amor a la Patria.
"(...) por Silvia amo a mi Patria con esmero y por mi Patria amada a Silvia quiero".
En torno en su formación política y filosófica destaco su paso en el colegio de San Francisco. A los 20 años se convierte en profesor interino de latín y retórica. Posteriormente desempeña las materias de física y matemáticas. Y finalmente ocupa el curso de filosofía desde 1811 hasta 1813. En esta etapa de su vida es cuando empieza a desarrollar su relación con el yaraví. Siguió con su participación en el seminario San Jerónimo transcurriendo así un periodo decisivo en las aspiraciones y sueños de un joven Melgar, con ganas de conocer acerca de los diversos conocimientos para comprender aquella realidad histórica que estaba pasando ante sus ojos, cabe resaltar que en el seminario fue nombrado bibliotecario, lo cual le permitió tener una formación integral viéndose así reflejado en los versos inmortalizados en los cuales dejo sus amores sus pasiones y sus anhelos, como también sus innumerables cartas a Silvia, sus conocimientos en música le fueron de gran ayuda para componer yaravíes
El periodo de los primeros amores de Melgar constituye tal vez uno de los más decisivos de su obra poética, en torno a su gran amor a Silvia, como todo joven a su edad fue asediado por sus primerizos sentimientos de amor. El momento amoroso por el que atraviesa el joven Melgar es definitivo para concluir su falsa vocación sacerdotal, representando así el deseo de ser libre.
Melgar opta por su verdadera vocación, cuando Melgar se aleja de su vocación sacerdotal, esto no hace que se aleje de sus estudios religiosos desarrollándose así en la ciudad limeña.
Conoce a su primer amor Melisa con la que tiene una relación, y hasta incluso piensa casarse con ella pero ella lo abandono y es así que confía en sus más grandes penas sueños y ambiciones a una joven, Silvia. Al establecer una relación con Silvia le permite olvidarse de los desaires de Melisa. El primer momento de esta relación es muy intenso y amoroso para ambos jóvenes más tarde los padres de Silvia alejan a su hija del joven poeta, lo cual causa una ruptura amorosa nuevamente a Melgar, a causa de diversas razones los jóvenes amantes son separados, una de las principales razones, es la situación económica de Melgar decisión que hizo que sus padres lo mandaran lejos de Arequipa.
Melgar comienza a construir una leyenda basada únicamente en su relación amorosa con Silvia.
La leyenda Melgariana está sujeta a un principio de experiencias amorosas como sus inolvidables yaravíes.
Hay que tomar en cuenta que dejando su lado romántico y sentimental Mariano Melgar tomo parte en la promulgación de la Constitución Liberal en las Cortes de Cádiz, que permitieron así que el poeta olvide por un momento sus amores y naciera así el poema a la fraternidad universal bajo el signo de la libertad.
Melgar habiendo cumplido su función como libertador en Arequipa regresa a fines de la primera década de 1800, encontrándose en Lima con una realidad innegable para sus ojos, ya que su amada Silvia lo rechaza y es así que Melgar fortalece su amor a la patria dejando de lado el amor de Silvia mas no olvidándolo, ya que siempre lo tiene presente en su corazón, de pronto sus yaravíes se tornan más dolorosos, más sentidos en torno a su amorío con Silvia especialmente estos son angustiosos bajo una influencia de desgarro,
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