María Egipciaca
Enviado por Denisse2410 • 24 de Noviembre de 2012 • 8.109 Palabras (33 Páginas) • 593 Visitas
MODELOS LITERARIOS ESPAÑOLES MEDIEVALES.
M.E.S. Mónica Torres Torija G.
POEMAS HAGIOGRÁFICOS.
VIDA DE SANTA MARÍA EGIPCIACA
Anónimo
Poema hagiográfico compuesto posiblemente por un poeta riojano hacia 1215. Consta de 1451 versos anisosilábicos de rima pareada tanto asonante como consonante.
Argumento
Se narra la leyenda de Santa María Egipcíaca quien, en su juventud, se dedicó a los deleites y ejerció la prostitución. En una peregrinación a Jerusalén, se arrepiente de su vida pasada y por mandato divino se retira durante años al desierto. Allí conoce al anacoreta Gozimás a quien encarga que dé cuenta de su vida una vez haya fallecido. Estamos, pues, ante un enxemplo sobre la necesidad del arrepentimiento y de la penitencia.
Tratamiento de la fuente
Adapta de forma muy fiel la francesa Vie de Sainte Marie l´Egyptienne; sin embargo, fidelidad no debe confundirse con servilismo. Así, hay
• interpolaciones
o por exigencias técnicas (fundamentalmente de rima),
o para infundir un poco de vida al, a veces, seco texto francés;
• interpretaciones. Por ejemplo, en el retrato de la joven María el texto original dice: como rose qui sempre est née, mientras que el castellano traduce: como la rosa cuando es granada (v. 218);
• supresiones: son muy escasas y se hace, sobre todo, para evitar repeticiones.
Estructura del poema:
1. Introducción del poeta.
1. Exhortación a los oyentes (vv. 1-16).
2. Exposición del argumento (vv. 17-38).
3. Reflexión sobre la universalidad del pecado y la necesidad de la penitencia (39-78).
2. Historia de Santa María egipcíaca.
1. María pecadora (vv. 79-645).
1. Infancia y adolescencia: amor hacia los deleites y rebeldía contra los padres (vv. 79-134).
2. Huida y estancia en Alejandría para proseguir sin cortapisas su vida desenfrenada (vv. 131-260).
1. Retrato de la protagonista (vv. 205-252).
3. Deseos de marchar a Jerusalén (vv. 261-358).
4. Travesía (vv. 359-400).
5. En Jerusalén (vv.401-645).
1. Suceso del templo (vv. 416-645).
2. María penitente (vv. 646-1418).
1. Nuevo retrato de la protagonista (vv. 720-759).
2. El monasterio de San Juan y sus costumbres (vv. 798-888).
3. Primer encuentro Gozimás y María (vv.908-1218)
4. Segundo encuentro (vv. 1247-1306).
5. Últimos momentos de María (vv. 1307-1338).
6. Tercer encuentro: Gozimás da sepultura a la santa con la ayuda del león (1341-1418).
3. Gozimás vuelve a su monasterio y cuenta todo lo acontecido (vv. 1419-1436).
3. Exhortación final del poeta para que, siguiendo el ejemplo de la Santa, nos enmendemos (vv. 1437-1451)
A destacar que el autor juega con un doble contraste: mientras que la belleza de la pecadora esconde la corrupción interna, la fealdad de la penitente recubre un alma purificada.
AÇÍ COMENÇA LA VIDA DE MADONA SANTA MARÍA EGIPCIAQUA
Oit, varones, huna razón
en que non ha si verdat non.
Escuchat de coraçón,
si ayades de Dios perdón.
Toda es fecha de verdat
non a y ren de falsedat.
Todos aquellos que a Dios amarán
estas palabras escucharán;
e los que de Dios non an cura
esta palabra mucho les es dura:
bien se que de voluntat la oirán
aquellos que a Dios amarán;
essos que a Dios amarán,
grant gualardón end' recibirán.
Si escucharedes esta palabra,
más vos valdrá que huna fabla.
De huna duenya que auedes oida,
quier' vos comptar toda su vida:
de santa María Egipçiana,
que fue huna duenya muy loçana
<el de su cuerpo muy loçana>
quando era mançeba e ninya.
Beltad le dio Nuestro Sennyor
porque fue fermosa pecador.
Mas la merçet del Criador
después le fizo grant amor.
Esto sepa tod' pecador
que fuer' culpado del Criador,
que non es pecado
tan grande ni tan orrible,
que Dios non le faga perdón
por penitençia ho por confession,
qui se repinte de coraçon,
luego le faze Dios perdón.
Los que prenden penitença
bien s'en guarden de descreença,
qua el que descreye del Criador
non puede auer la su amor.
El pecado non es criatura,
mas es viçio que viene de natura.
Dios del çielo non crió pecado,
maguer que es en todos homnes assentado;
en todos omnes es asentado
malo nuestro pecado;
en todos omnes priso ostales,
esfórçalos de fer todos males.
Qua non es null homne nado
que atan bien sea castigado.
Tanto non puede ser castigado,
que non faga algun pecado;
los apóstoles, que a Dios servieron,
mucho pecaron e mucho fallieron;
que non se deuen maravillar
de algún omne, sil ven pecar;
mas d'aquell es grant maravella
que siempre duerme e nunqua vela.
Qui en sus pecados duerme tan fuerte,
non despierta fasta la muerte:
cuando el cativo que muere siente,
essa ora se arrepiente.
Pues que el omne viene a morir,
tarde se puede ya repentir.
Segunt lo dize sant Agostín,
ya non es buena aquexa fin,
que pues que a la muerte viene,
nin puede fer mal nin biene;
cuando yaze muerto,
nin puede façer derecho nin tuerto;
entonçe dexa la malueztat,
cuando non ha más potestat.
Si más durasse su vida,
más farie aun de enemiga.
Mas cuand' s'en va ell alma mesquina,
¿qui le fará más melezina?
Non es ninguno que la salve,
sino es Dios, si a Él plaze.
Todos sabemos que será,
que cada huno abrá lo que mereçerá.
Esta de qui quiero fablar
María la hoí nombrar.
El su nombre es en escripto,
porque nasçio en Egipto.
De pequenya fue bautizada,
malamientre fue ensenyada.
Mientre que fue en mancebía,
dexó bondat e priso follía:
tanto fue plena de luxuria
que non entendie otra curia.
Porque era tanto bella e genta,
mucho fiaba en su juventa;
tanto amaba fer sus plaçeres,
que non ha cura d'otros aberes,
...