Memoria de mis putas tristes. Gabriel García Márquez

El amor que lo cambia todo en

Memoria de mis putas tristes. Gabriel García Márquez.

Por

Velasco Nava Dulce María.

Nunca es tarde para tener un amor verdadero, el amor es indispensable para poder vivir bien en este mundo, y no importa la edad, me sorprenden lo que una persona puede llegar hacer por amor y eso que apenas tengo 18 años y aún me faltan muchas experiencias, a mi punto de vista esto lo deja claro el autor al escribir esta novela, la cual su propósito es darnos a conocer que nunca es tarde para tener un primer y verdadero amor, en la novela el autor nos relata la vida de una anciano de 90 años y sus aventuras con mujeres las cuales eran prostitutas, pero en una de sus tantas aventuras al festejar su cumple años se topa pared con una bella jovencita, aprende y siente lo que es el verdadero amor y no solo en cuestión de sexo.

Se usa un lenguaje un tanto no formal, pero hace única la lectura y le da sentido a la novela, emplea una que otra palabra obscena para algunos lectores, yo como persona liberal no me causó ningún conflicto leerlo, fue muy normal hasta en el ambiente en el que se desarrolla la novela, e incluso se me hizo muy interesante el libro, pero para alguien muy conservador podría ser de muy mal gusto, aunque sería muy absurdo porque ya estamos en pleno siglo XXI. El lenguaje de la novela es muy común en Colombia ya que es el país de origen del autor.

El propósito de la novela es el amor, el cual vuelvo a repetir lo que cada uno puede llegar hacer por este, el que no importa la edad que nos llegue, siempre nos va hacer cambiar para bien, no importa si estamos pequeños, jóvenes, adultos o en este caso ancianos, nos cambia la vida, nos hace ver la vida de otra forma, al cambiar nuestro días grises por unos rosas, al vivir el día a día como si fuera el ultimo, a disfrutar, a valorar pequeños detalles o incluso a nuestros seres queridos, simplemente a sonreírle a la vida. Se narra cuando cumple 90 años y de regalo se da una noche de aventura loca con una jovencita virgen, quien lo ayuda a cumplir su fantasía era Rosa Cabarcas dueña de una casa de “citas”. El anciano empieza a recordar sus primeras aventuras a los 40 años hasta de su primer relación sexual y con cuantas estuvo que fueron unas 514 mujeres que habían estado con el hasta sus 50 años, luego lo olvido.

Al llegar a la cita y  ver a la jovencita desnuda en la cama, queda cohibido y profundamente enamorado de ella, aquí es donde nosotros como lectores nos damos cuenta que el anciano se enamoró por primera vez en la vida con el simple hecho de ver la silueta de la jovencita desnuda, ve el amor no solo como sexo, si no como algo más, incluso en los periódicos de cada domingo se inspiraba en la jovencita a quien le llama Delgadina, sus vistas se hacen constantes y le lleva regalos.

Algunas frases del autor en el cual nos muestra que estaba profundamente enamorado son: “aquella noche descubrí inverosímil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor” (p-14), en el cual menciona que ya todo es distinto, que ya no piensa solo en sexo como hasta antes lo había hecho, deja a un lado sus deseos sexuales de sus sentimientos. Otras frases es cuando un taxista le dice al anciano: cuidado sabio, en esa casa matan y el responde “si es por amor no importa” (p-26) y “Hoy sé que no fue una alucinación, sino un milagro más del primer amor de mi vida a los noventa años” (p-26), en la cual nos da otra cara del anciano y otro pensamiento distinto de la vida, en el cual si algo es por amor, lo hace sin pensarlo y sin cuidado, lo cual él nunca había hecho antes ya que todo lo veía como sexo solamente. Considero que cada palabra y cada idea hacen que cada página en la que vayamos avanzando leamos detenida y emocionalmente, sea cada vez más interesante y no lo dejemos.

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