Mi Pesadilla
Enviado por Rycten • 20 de Abril de 2013 • 726 Palabras (3 Páginas) • 374 Visitas
Mi pesadilla!
Comenzaba el otoño en Arberdour, un pequeño y antiguo pueblo escoses, allí me encontraba yo, solo como acostumbraba, sentado en la ribera junto a un gran ciprés después de una extensa y sinuosa caminata; ahí estaba yo, observando con asombro cantidad de cosas insignificantes para cualquier joven de mi edad, de alguna manera estas cosas provocaban en mí un considerable interés que me obligaba simplemente a admirarlas por amplios lapsos, sin decir una palabra, como la delicada caída de una hoja al compás del viento o el sigiloso movimiento de la sombra de aquel gran árbol durante el día, cosas como estas producían en mí alegría y el deleite de la sorpresa, quizá estos aspectos de mi personalidad eran la causa de mis muy pocas amistades, pero me obligué a creer que eso no significaba nada para mi, sabía de mi aislamiento y me sentía conforme con él, nunca nadie se había preocupado por adentrarse en mis pensamientos o por ver a través de mis ojos, aún cuando yo lo intentaba, así que decidí creer que para mí no eran necesarias otras personas, me excusaba diciendo que yo era mi mejor compañía y fue cierto durante mucho tiempo. Sentado junto a aquel árbol mis párpados sucumbieron, rendidos ante mi desalentadora percepción, se deslizaron con elegancia sobré mis oscuros y cansados ojos como doseles, como cortinas que ensombrecían mis ventanas al mundo y sin oposición alguna de mi parte caí en un profundo sueño, mientras mi imaginación se apoderaba de mi realidad y mis sentidos se adormecían; sentí desprenderme de mi cuerpo, comencé a elevarme suavemente por los trémulos aires, la sensación de mi propio peso había desaparecido, lograba fundirme con el viento y fluir sin rumbo por el vasto cielo, creí ser esa majestuosa hoja que danzaba ante mis ojos durante su descenso minutos atrás, pero a diferencia de ella yo ascendía, y la armonía de mis movimientos no se veía entristecida con la atmosfera de muerte que esto significaba para ella, el tiempo detuvo su marcha, fue allí cuando noté que algo a mis espaldas pedía a gritos mi atención, un temor descomunal irrumpió en mí a la vez que un misterio y una espantosa curiosidad se agazapaban en el fantasma de mi cabeza, consciente del sufrimiento que tan fatal imagen me causaría osé darme vuelta y divisar el horror pero mis fuerzas eran insuficientes, sabía que debía enfrentarlo, ¡pero cómo! si me encontraba sumido en la indecisión y a cada intento fallido se acrecentaba mi temor y todo a mi alrededor se teñía de angustia, entonces di un gran respiro y mis pensamientos se silenciaron, no logré reconocerme en ese momento, todo se tornó calmo como si de un instante a otro me hubiese sumergido en el vacío total en donde no distinguía la vida o muerte de mi ser y cuando creía empezar a restaurar mi anhelada paz junto a mi cordura un repentino y desquiciado impulso me llevó finalmente
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