Mi primer ángel
Enviado por Rebeca210684 • 29 de Octubre de 2014 • 1.109 Palabras (5 Páginas) • 172 Visitas
Mi primer ángel…
Actualmente pensamos y hablamos poco sobre la muerte, recorremos nuestra vida de espaldas a ella. Nos resulta difícil aceptarla como una parte de la vida. Por ello, no nos preparamos para morir ni para afrontar la muerte de nuestros seres queridos, algo a lo que nos vamos a tener que enfrentar antes o después. La muerte de un ser querido es una de las situaciones más dolorosas que podemos vivir. Cuando se pierde a una persona querida, es como si muriera una parte de nosotros. A partir de ese momento, se inicia un proceso llamado “duelo”. Hace algunos años, nuestra sociedad apoyaba claramente a la persona en duelo. Existía el luto, la demostración externa del dolor por la pérdida y ello permitía a los demás identificar mejor al que estaba sufriendo, aceptar su situación y darle el apoyo necesario. Sin embargo, cada vez es más habitual que nuestra
sociedad esconda todo lo relacionado con la muerte y el duelo. Se oculta el sufrimiento por la pérdida de un ser querido, se aparenta estar bien y se suele alejar a los niños de estas vivencias que les permiten madurar como personas, aceptar la muerte como una parte de la vida y ser más humanos.
¿Qué es el duelo?
No es un sentimiento único. El duelo es el conjunto de sentimientos, emociones, pensamientos y comportamientos que aparecen tras la muerte. A pesar del sufrimiento que provoca, el duelo y el dolor por la pérdida de un ser querido es algo normal y te llevará un tiempo volver a vivir sin la presencia de esta persona tan importante en tu vida.
El duelo implica un proceso de adaptación, es decir, poco a poco y de forma gradual irás estableciendo un equilibrio entre la tristeza por la pérdida de tu ser querido y la necesaria continuidad de tu vida cotidiana.
Hace 6 años murió una de las personas más importantes de mi vida, mi abuela Lucia. Su muerte llego sin previo aviso, se fue así, tan de repente sin darnos la oportunidad de prepararnos. Es raro, incluso difícil de explicar, cómo la muerte de un ser querido puede dejar un sentimiento de abandono, angustia y pena; pero a la vez de felicidad y tranquilidad.
Aún derramo lágrimas cuando pienso en ella, y me doy cuenta que ya no está, que no la puedo llamar, que ya no la veré, que ya no la puedo tocar y abrazar, que no podrá ver como he crecido como persona; pero también sonrió cuando pienso en todas las cosas que pude pasar a su lado, que parte de lo que soy ahora es gracias a ella, pienso en lo bien que la debe estar pasando en compañía de sus papás y sus hermanos, descansando al fin luego de una vida llena de sacrificios y trabajo. Una larga vida, de la cual yo pude compartir 24 de mi vida.
A veces me pregunto si es posible planificar la muerte ¿Es humanamente posible? No lo sé, pero en el caso de mi abuela creo que así fue, es más, podría asegurarlo; días antes ella hizo cosas que jamás pensamos que se tomaría el tiempo de hacerlas, empezó por regalar objetos que apreciaba mucho, los regalos, a los nietos y a sus hijos. A mi hermano
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